Licenciada Norma Guevara de Ramirios
En junio pasado, al inicio de un periodo inconstitucional, el señor Bukele señaló que un problema a resolver era la economía.
Enfatizó que la solución al problema de la seguridad requirió medicina amarga, y que también para resolver el problema de la economía se requeriría medicina amarga. En los más de cien días pasados desde entonces, hubo mucha medicina amarga, pero en el presupuesto 2025 viene mucha más.
Sin embargo, para algunos cercanos al gobierno es una oportunidad de enriquecerse con negocios y salarios exorbitantes, es la ley de la concentración capitalista: para que se asegure la ventaja de las minorías, se somete a sacrificios a las mayorías.
El presupuesto público, por definición, es una herramienta económica, fiscal y política: en dependencia de la inclinación política, puede tender a favorecer a mayorías o a minorías.
Los responsables del Presupuesto deberían asegurar una redistribución de ingresos y, de cierto modo, de riqueza; el diseño del Presupuesto expresa claramente las prioridades de un gobierno, y el que tenemos ha demostrado que las necesidades de las mayorías no le importan, pero si le importa la fantasía, la propaganda, la represión en sus diversas modalidades, la concentración de riqueza en el grupo dominante y gobernante.
Los economistas Cesar Villalona, Julia Evelyn Martínez, Tatiana Marroquín, Rafael Lemus, han presentado a la población sus primeras impresiones y análisis sobre el presupuesto presentado por el ministro de hacienda el 30 de septiembre pasado, para aprobación de la Asamblea Legislativa.
De todas sus opiniones sustentadas en los números que contiene el proyecto de presupuesto se deduce que nos avocamos a una nueva espiral de la crisis social y económica que ya afecta y afectará más a la mayoría de nuestro pueblo.
El 15 de septiembre pasado, el señor Bukele afirmó que por primera vez en la historia se presentaría un presupuesto equilibrado, sin déficit, que no habrá endeudamiento para financiarlo; sin embargo, los análisis de los economistas encuentran que el 13% de los gastos se financiará con desembolsos de 37 préstamos ya contraídos por (1,202.8 millones de dólares), es importante que recordemos que cuando se aprueba un préstamo empieza a pagar intereses, pero se registra como deuda en la medida que se va desembolsando, es decir que incurrirá el país en endeudamiento. ¿Lo entienden los voceros que afirman que no habrá endeudamiento?, están obligados a saberlo.
Si recordamos una de las primeras dosis de medicina amarga entregadas por el gobierno en los primeros cien días del nuevo período, fue despedir a 300 empleados del ministerio de cultura, pero ese recorte de plazas implica que quienes eran usuarios de los servicios que estas entidades prestaban ya no los tendrán, es decir, que la medicina amarga no es solo para el empleado que pierde su trabajo y su ingreso, sino para la población usuaria de servicios públicos que estas unidades brindan.
Lo más reciente es el despido de trabajadores de la Procuraduría General de la República, PGR, que da servicio de apoyo legal a quienes no pueden pagar, que asegura que se pague la deuda alimenticia a menores abandonados por padres o madres, que apoya la mediación de conflictos sociales en el pueblo.
Las cifras de los analistas, sobre el contenido del presupuesto para 2025, indica que serán despedidos 11.176 empleados de diferentes instituciones; que además se congelan las plazas vacantes, se prohíben los aumentos salariales y los escalafones de educación y salud, quizá el de otras entidades también se dejarán de aplicar; maestros, enfermeras, médicos, policías, empleados del MOP donde hubo contratos colectivos o leyes de escalafón serán nulos por este año y quien sabe cuántos años más.
La mayoría de ministerios tendrá presupuestos menores a los aprobados en 2024, los recortes mayores son en salud y educación, además de no cumplir con sus escalafones tendrán recortes, las áreas sociales todas recibirán menos, estarán sujetas a despidos y a eliminar servicios importantes para la población menos favorecida económicamente.
¿Dónde está la prioridad, en dónde sí hay crecimiento presupuestario? En el ministerio de defensa y en la presidencia de la República. Lo más seguro es que la presidencia prioriza tener con qué gastar en propaganda y espectáculos, y en defensa tener contentos a los militares y listos para reprimir si el pueblo decide protestar, como lo hizo el 15 de septiembre, tener el garrote de la amenaza represiva.
Esa es l prioridad frente a un pueblo con déficit de agua, comida, medicina y escuela; esa es la medicina amarga que contiene el presupuesto presentado el 30 de septiembre.