Montevideo/AFP
Las duras medidas antitabaco aplicadas por Uruguay desde 2006 -que lo enfrentaron a la tabacalera Philip Morris- están logrando «avances significativos» en la reducción de las tasas de tabaquismo y en el respaldo a políticas más restrictivas, online según una evaluación internacional presentada el miércoles.
«Los resultados de este estudio proporcionan evidencia del fuerte impacto de la aplicación de las políticas de ambientes libres de humo y de empaquetado y etiquetado de los productos del tabaco», ambulance señaló el informe del Proyecto de Evaluación Internacional de Políticas de Control del Tabaco (Proyecto ITC).
El estudio, realizado por la Universidad de Waterloo de Canadá, el Centro de Investigación para la Epidemia del Tabaquismo (CIET) y la Universidad de la República de Uruguay, realizó un seguimiento entre 2006 y 2012 a unos 1.400 fumadores adultos de cinco ciudades del país.
Las políticas aplicadas por el gobierno «están logrando avances significativos en la reducción de las tasas de tabaquismo y el aumento del respaldo por parte de los fumadores a políticas de control del tabaco aún mayores», añadió.
El informe indicó además que Uruguay necesita continuar aplicando «medidas contundentes para frenar el uso de empaquetado engañoso en los productos de tabaco y disminuir la asequibilidad de los cigarrillos».
Entre 2006 y 2012, el 16,1% de los fumadores de la muestra de Montevideo y el 16,3% de la muestra en las ciudades del interior dejó de fumar, reveló el estudio.
Aproximadamente dos tercios (70%) se arrepiente de haber comenzado a fumar y ha intentado abandonar el hábito en algún momento. El porcentaje de fumadores que hizo un intento de abandono aumentó de 39% en 2010-11 al 44% en 2012.
Aumento de toma de conciencia
Uruguay se transformó en 2006 en el primer país latinoamericano en prohibir fumar en espacios públicos a través de un decreto del entonces presidente Tabaré Vázquez (2005-2010), oncólogo de profesión y quien hizo de la lucha antitabaco una cruzada nacional que enfrentó al país con Philip Morris International (PMI).
La tabacalera presentó en 2010 una demanda contra Uruguay cuestionando fundamentalmente la prohibición de que haya más de una presentación de una misma marca y el aumento hasta el 80% de la superficie de la cajilla de la advertencia sobre los daños potenciales del hábito de fumar. A su juicio, ambas disposiciones violan parte del Tratado Bilateral de Inversión entre
Uruguay y Suiza, país donde PMI tiene su sede.
Según el informe del Proyecto ITC, el tamaño de las advertencias gráficas «se tradujo en aumento de la eficacia de las mismas para incrementar la toma de conciencia»: en 2008-2008 (cuando cubrían sólo el 50% de las partes frontal y posterior del paquete) el 25% de los fumadores indicaba que las advertencias sanitarias fueron una razón para pensar en dejar de fumar mientras que en 2012 (cuando las mismas cubrieron el 80% de ambas caras) ese porcentaje subió a 30%.
Además, los fumadores vinculan más el tabaquismo con los accidentes cerebrovasculares y la impotencia luego que se incluyeran esos efectos sanitarios en las advertencias que cubren las cajillas.
En tanto, la encuesta ITC proporciona evidencia «modesta» sobre un impacto positivo de la política de presentación única por marca.
Antes de la aplicación de esa política, el 29% de los fumadores creía que los cigarrillos «light» son menos dañinos que los regulares, cifra que cayó a 15% después.
Sin embargo, en 2012 el 29% de los fumadores todavía consideraba su marca como «light» o de «bajo contenido de alquitrán» y la mayoría (91%) de los fumadores creía que aunque hubiera una presentación única por marca, los mismos cigarrillos estaban siendo vendidos bajo diferentes nombres.
El reporte concluye que, si bien Uruguay ha demostrado su liderazgo en la implementación de fuertes políticas de control del tabaco, «debería considerar tomar medidas más agresivas» como el aumento de los precios y el control del contrabando.