El Presidente de la República, medicine Salvador Sánchez Cerén, sovaldi anunció que discutirá con los representantes de los otros órganos de Estado, case la posibilidad de implementar medidas “especiales” para combatir la delincuencia, sobre todo del crimen organizado y las pandillas.
El anuncio lo hizo el mandatario durante una rueda de prensa, el lunes, en la que informó de las capturas de más de 82 pandilleros de la MS, que estarían involucrados en la masacre de 8 trabajadores de una empresa eléctrica y de tres campesinos que fueron testigos del repudiable hecho.
La masacre, cometida el jueves de la semana pasada, es el segundo atentado que grupos de pandillas hacen contra trabajadores, y por ende, de personas no vinculadas a ninguna pandilla. El primer ataque contra población ajena a los grupos de pandillas se cometió hace un par de años cuando pandilleros prendieron fuego a un microbús repleto de pasajeros, en Mejicanos.
La verdad es que el Gobierno debe redoblar esfuerzos para combatir, de forma más decidida a estos grupos vandálicos que desde hace años dejaron de ser estructuras sociales producto de la exclusión y el abandono, por lo que su violencia dejó de ser de carácter social, para convertirse en la más cruel criminalidad, y que debe combatirse con toda la fuerza y la legalidad que la ley y el Estado demandan.
Hay que reconocer, que el Presidente Sánchez Cerén ha retomado el liderazgo en el tema de la seguridad, y gracias a su acción decidida, no solo creó el Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana y Convivencia (CNSCC), sino que ha estado al frente del Gabinete de Seguridad para pedir, sino es que exigir, planes operativos específicos, sobre todo, los que han emanado de la puesta en marcha del Plan El Salvador Seguro, que se desarrolla en 81 sectores de mayor incidencia delincuencial, localizados en los también 10 municipios más violentos de El Salvador.
Por eso lo anterior no es de extrañar que tras la masacre ocurrido en un caserío de Opico, de inmediato el mandatario ha convocado a los Presidentes de los órganos de Estado y al Fiscal General de la República para analizar la situación y buscar, de forma pensada y consensuada, medidas especiales para el combate frontal y efectivo a las estructuras criminales.
“Algunos han hablado de una declaratoria de emergencia. Vamos analizar junto con estos tres poderes la toma de estas decisiones para ver qué medidas extraordinarias se pueden tomar. No he tomado la decisión de una declaratoria de emergencia. Dentro de todas la informaciones que se están escuchando se habla del estado de emergencia, esa es una decisión que se tiene que consultar con otros órganos, y otras mediadas que podamos tomar”, dijo el mandatario el lunes.
Sin lugar a dudas, el mandatario Sánchez Cerén ha tomado con seriedad las propuestas que de otros sectores han hecho para afrontar la delincuencia, el crimen organizado, y no dudamos, que si son necesarias las “medidas especiales”, el mandatario las tomará como parte de una reflexión colectiva, por lo que todos los salvadoreños y salvadoreñas deberán apoyar e impulsar. Y es que ante la pregunta de si son necesarias ¿Medidas extraordinarias en seguridad? En estos momentos, la respuesta debe ser sí, pues hay que seguir generando esperanza, pero sobre todo, hay que encontrar el punto de inflexión ya.