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El Papa Francisco criticó duramente esta semana a los medios de comunicación que desinforman. “La desinformación es el peor pecado que cometen los medios”, dijo el Sumo Pontífice, en una audiencia con radios y televisoras católicas italianas.
Según el Papa, la desinformación es aún más grave que la calumnia y difamación. “La calumnia es pecado mortal, pero se puede llegar a conocer la verdad; igual que la difamación, se puede finalmente decir que fue una injusticia y pedir perdón por ello”, afirmó.
“Pero la desinformación es el peor pecado, porque decir las cosas a medias no permite hacerse un juicio de valor porque no se tienen todos elementos”, cuestionó Francisco. Por tanto, invitó a los representantes de los medios a “realizar un trabajo que preste atención a las temáticas relevantes para la vida de las personas, las familias y la sociedad”, tratándolos “de manera responsable y con verdadera pasión por el bien común y la verdad”.
Las certeras declaraciones del Papa -desde luego- han sido silenciadas por los grandes medios de comunicación del mundo, que seguramente se sienten aludidos. La Agencia Latinoamericana de Información (ALAI) señala que, incluso, los medios del propio Vaticano prefirieron destacar otras declaraciones y actividades realizadas el mismo día por el Sumo Pontífice.
Las técnicas de desinformación más utilizadas son la manipulación: presentar una problemática en forma distorsionada, sesgada y tergiversada, para generar una percepción publica equivocada; el ocultamiento: esconder los acontecimientos relevantes o minimizarlos, para restarles la importancia correspondiente; la sobredimensión: lo contrario al ocultamiento, es presentar como relevantes hechos triviales, para desviar la atención pública; la descontextualización: presentar los problemas sin mencionar sus causas estructurales y sus antecedentes históricos; y la espectacularización es el abordaje amarillista y sensacionalista de los problemas sociales.
Estas cinco formas de desinformar son comunes en medios salvadoreños como TCS, El Diario de Hoy y La Prensa Gráfica. Esto se evidencia claramente en el abordaje periodístico de temas como la crisis fiscal, donde estos medios -por ejemplo- ocultan las causas reales de la crisis fiscal (privatizaciones, endeudamiento público, corrupción, dolarización, regresividad tributaria, evasión fiscal y boicot financiero contra el Ejecutivo) y buscan crear la percepción de que el déficit fiscal es por el gasto del actual gobierno.
Así que -ojalá- que el oportuno y certero llamado del Papa Francisco sea recibido por estos medios pecaminosos y que sus dueños, accionistas, directores y editores pecadores se conviertan.