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Miembros de organizaciones de izquierda y sindicatos extienden un baner en Buenos Aires, durante el megaparo del miércoles. [Foto Juan Mabromata / AFP]

Megaparo de trabajadores argentinos contra las políticas de Macri

Emmanuel Gentile / RT

La Confederación General del Trabajo (CGT) de Argentina, la central sindical más importante de ese país, realizó el miércoles el quinto paro nacional por 24 horas contra las políticas del presidente Mauricio Macri, impulsado ante «el deterioro de la situación social» y «la pérdida del poder de compra de los salarios, las jubilaciones y las asignaciones sociales».

Durante toda la jornada, no funcionaron buses, ni trenes, ni haba vuelos. Tampoco trabajaron bancos ni oficinas estatales, ni hubo recolección de residuos. En tanto, los hospitales públicos atenderán únicamente urgencias.

La medida de fuerza ocurre casi un mes después de la huelga que realizaron el 30 de abril los gremios considerados ‘combativos’, agrupados en el Frente Sindical por el Modelo Nacional (Fresimona), de la que también participaron las dos facciones de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA).

A pesar de estar enfrentados a la cúpula de la CGT por su tendencia «dialoguista» con el Gobierno, estos espacios gremiales se plegaron al paro, que esta vez tendrá una contundencia mayor a la registrada en aquella protesta.

Es que en esta oportunidad han convocado al paro ‘Los Gordos’ de la CGT, denominados así por su peso en términos políticos y su enorme caudal de afiliados, ya que dirigen los gremios del Transporte (CATT), estatales (UPCN), los de la construcción (UOCRA), empleados de Comercio (SEC), entre otros.

En la convocatoria, anunciada el 14 de mayo, la central obrera llamó a un paro «sin movilización», aunque las organizaciones sociales y partidos políticos de izquierda llevarán adelante manifestaciones, cortes de calles y ‘ollas populares’ en todo el país.

En horas de la mañana, un grupo de manifestantes que intentaban bloquear el Puente Pueyrredón, que une la localidad bonaerense de Avellaneda con la Capital Federal, fué reprimidos por la Policía.

En tanto, la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, cuestionó la medida de fuerza. «Estamos hartos de los paros, de que cada dos por tres hagan un paro. Es el quinto. Cuando hay un gobierno que no es del partido de los sindicalistas, pasa esto», opinó en una entrevista con radio La Red.

Por su parte, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, sostuvo que el paro general de este miércoles originó pérdidas superiores a los 40.000 millones de pesos (casi 900 millones de dólares) al país.

La fecha elegida sugiere un condimento especial, ya que se cumplen 50 años de la histórica protesta que en 1969 encabezaron trabajadores y movimientos estudiantiles de la provincia de Córdoba contra la dictadura de Juan Carlos Onganía, conocida como ‘El Cordobazo’.

Aquella jornada, que se extendió al 30 de mayo, provocó una insurrección popular que hizo tambalear al gobierno de facto, y allanó el camino para acabar con la proscripción del peronismo, que ganó las elecciones cuatro años más tarde, en 1973.

Uno de los secretarios generales de la CGT, Carlos Acuña, reconoció en una entrevista radial que la huelga del miércoles se enmarca en «un momento muy difícil del país», ya que «muy pocas veces» los argentinos han atravesado «esta situación tan grave».

Los propios datos oficiales del Gobierno respaldan esa dramática caracterización: en abril, la inflación registrada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) fue de 3,4 %, con una leve desaceleración respecto a marzo (4,7 %). Aún así, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) marca una inflación analizada de 55,8 %, mientras la mayoría de los salarios y las jubilaciones no crecieron de manera proporcional en el país sudamericano.

El fuerte aumento de las tarifas de servicios públicos es también un factor erosivo para el bolsillo de los argentinos, con subas promedio de entre el 35 y el 55 % solo en el último año.

El aumento del desempleo es otro de los síntomas más visibles derivados de las políticas del gobierno de Mauricio Macri.

En marzo, el INDEC informó que en el último trimestre de 2018 alcanzó el 9,1 %, un punto y medio por encima de la desocupación registrada en el mismo periodo de 2017. En este marco, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) estimó que el desempleo trepará este año al 12 %.

En diálogo con RT, el secretario general de la CTA, Hugo Yasky, anticipó que el paro será «el pico» en toda la serie de protestas gremiales realizadas al presidente Mauricio Macri «desde que empezó con el plan de ajuste contra los trabajadores».

En ese sentido, Yasky evaluó que la huelga de este 29 de mayo «va a repercutir dentro y fuera del país por su masividad».

Y se mostró seguro de ello porque «no solamente tiene como convocantes a las principales centrales sindicales del país, sino también a los movimientos sociales, y cuenta con el apoyo de las organizaciones que agrupan al empresariado Pyme».

Por eso, estimó el diputado de la Provincia de Buenos Aires por Unidad Ciudadana (kirchnerismo), el paro «se va a notar también en la actividad comercial».

Yasky sostiene que una medida de fuerza de este tenor debió hacerse «hace mucho», pero no fue posible por diferencias entre los sectores gremiales más importantes del país.

«Lo hemos venido sosteniendo desde hace tiempo. Lo dijimos cuando hicimos el paro del 30 de abril, que la CGT en su momento decidió no acompañar», señala el docente.

El componente político del paro en un año de elecciones

En los últimos días, algunos referentes sindicales de peso expresaron su apoyo a la fórmula Alberto Fernández-Cristina Fernández de Kirchner para las próximas elecciones de octubre. Yasky estima que el amplio respaldo a un mismo espacio peronista podría tender «un puente» hacia la unificación de buena parte del movimiento obrero, dividido en estos años por la figura de la expresidenta.

Pero aunque solo restan cinco meses para las elecciones, Yasky cree que «no hay que descartar» más medidas de fuerza de aquí a octubre.

«La situación social es gravísima, crece el desempleo, cada vez hay más inflación, la recesión está haciendo estragos y la economía está paralizada. Todo indica que el padecimiento social se va a agravar», concluyó.

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