Gloria Silvia Orellana
@Diario CoLatino
En el XV Encuentro Tejiendo Raíces para la Resiliencia se discutió la situación de las personas defensoras derechos sociales, económicos, culturales y ambientales en la región centroamericana y el Caribe, donde se concluyó que los Megaproyectos y gobiernos vulneran derechos de personas defensoras.
En el encuentro se presentarom propuestas y alternativas para la defensa de los bienes naturales, los territorios y los medios de subsistencia, que enfrentan las amenazas de mega proyectos que se muestran impunes por legislaciones punitivas contra personas defensoras.
“Aunque se hable de democracia en Costa Rica y de derechos, hemos tenido injusticias. El caso de Sergio (defensor indígena), ni siquiera dio para llevar a juicio al culpable y con Jehry la investigación llevó a juicio al asesino, fue condenado en 2023 y luego quedó libre”, dijo Elides Rivera Navas.
Elides es lideresa de la organización Mano de Tigre del territorio Térraba, Costa Rica, que integra la plataforma Centroamérica Vulnerable “Unida por la Vida”, y quien asistió al XV Encuentro Tejiendo Raíces para la Resiliencia.
“Vemos que esto de la criminalización y asesinatos, están golpeando a todos los defensores de Latinoamérica”, agregó.
Los asesinatos de los ambientalistas Sergio Rojas (2019), líder indígena de la población Bribi de Salitre,miembro fundador del Frente Nacional de Pueblos Indígenas (FRENAPI) y Jerhy Rivera (2020), líder indígena Bröaran, se encuentran en “total impunidad” en Costa Rica.
“¿Cómo podemos posesionarnos?, hay aquí muchas voces de los que estamos sufriendo las mismas consecuencias, son los mismos dolores, las mismas vivencias y también la misma defena a losl derechos a la vida de los Pueblos Indígenas y la tierra que es nuestra sagrada madre”, reiteró Navas.
Pueblos Afrodescendientes defienden su identidad
“Nuestra experiencia de conocimientos y saberes es vital en un proceso de construcción, las historias reinvidicativas y organizativas”, acotó Roy Guevara, del Pueblo Garifuna Honduras.
La lucha de su pueblo en Honduras datan desde 1886, cuando sufrieron territorios invasiones como la instalación del Centro de Entrenamiento Militar para la guerra interna de Nicaragua , que el gobierno favoreció, y para ello quitó territorio a los garífunas.
Y para los años ochenta, se organizaron como movimiento “culturalmente diferenciados” que dio paso a la Organización Fraternal Negra Hondureña (OFRANEH) y la Organización Del Pueblo Lenca (ONILH), además de la fundación de la Confederación.
“Se logró el Movimiento Negro Indígena Popular, que permitió algunos instrumentos legales y se identificaron leyes en Honduras, como la Ley de Desarrollo Municipal que sirvió a los poderosos de carácter regional para poderse apropiar de nuestros territorios por la urbanización”, reseñó.
“Y nos opusimos a ello , teníamos el Convenio 169, que reconoce nuestras formas territoriales tal y como son de carácter tribal. Y esas leyes afectan nuestra territorialidad, como la ley de medio ambiente de Honduras, que inicia creando Áreas Protegidas, que en su mayoría forman parte de nuestros territorios”, agregó Guevara.
Guevara agregó que su pueblo ha heredado los modos de vida y medicina natural, que tiene que ver con la conservación ambiental y por el contrario, el gobierno y el Estado, les impiden o limitan ejercer las formas tradicionales de vida de su pueblo.
“No obstante, seguimos esperando que los gobiernos hagan leyes integracionistas porque no las vemos. Han establecido cinco rutas que llaman de desarrollo y de casualidad todas esas rutas pasan por las comunidades indígenas y negras, sin tomarnos en cuenta, y sin consultas para sus programas y políticas de desarrollo”, sostuvo Guevara.
Tierras ancestrales para los Pueblos Indígenas
Juana Jiménez, lideresa guatemalteca de la Asociación para la Educación y el Desarrollo (ASEDES), afirmó que los territorios y las tierras ancestrales están en manos de los Pueblos Indígenas descendientes. Y la conservación de todo ese conocimiento y saberes ha pasado de generación en generación.
“Traemos en la sangre varios conocimientos porque nuestra bisabuela o abuela curó con plantas y como en conexión sin saberlo lo traemos nosotros dentro de sí”, dijo Jiménez
“Quiero compartirles la realidad de los Pueblos Indígenas en Guatemala, y los desafíos que tenemos en nuestra realidad y puedo decir que estamos amenazados por hidroeléctricas que llegan a las comunidades bajo engaño, se aprovechan de la gente y los bienes naturales”, acotó la lideresa.
Añadió que las cuencas hidrográficas también están amenazadas por los monocultivos en la zona norte de Guatemala.
“Más del 90% está cubierto de palma africana por el aceite Mazola, que de alguna u otra manera cubre toda la zona transversal del Norte de Guatemala. Y todo esto genera la migración de la juventud. Nos estamos quedando sin hombres y tenemos comunidades en donde sólo hay mujeres ¿qué pasa con estos jóvenes y hombres?, desaparecen o mueren en el camino” sostuvo Jiménez.
Criminalizar a defensores para favorecer inversión transnacional
Juan José Pérez, de la organización MESUTSO, expresó que en El Salvador, su historia está maracada por la persecución de personas defensoras. Desde la Masacre del 32, a los Pueblos Indígenas, a quienes los obligaron a olvidar y desaparecer sus raíces y su misma cultura, manifestó.
“En El Salvador, la persecución no es la excepción, ahora amenazan a los compañeros de ADES Santa Marta por oponerse al intento de reapertura de la explotación minera, y los están juzgando de manera ilegal”, añadió.
“Creo que sería importante crear una alianza centroamericana, y que unida exija a los gobiernos el respeto a nuestros pueblos y nuestra cultura; exigir que dejen la persecución y la represión contra personas defensoras”, sostuvo Pérez.
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