@arpassv
La reciente encuesta de opinión pública de la UCA confirma la percepción negativa sobre la gestión del Ejecutivo: el 67% de la gente considera que el Presidente Salvador Sánchez Cerén está gobernando mal. Solo el 16% cree que lo hace bien y un 15% piensa que ni bien ni mal.
El sondeo difundido esta semana también refleja una caída en las preferencias electorales del FMLN: para diputados recibe un 22%, frente al 30% que obtiene ARENA; y para alcaldes el partido gobernante consigue también 22% y el opositor recibe 26%.
Las encuestas son percepciones que no siempre coinciden con la realidad o fotografías momentáneas que pueden luego cambiar; sin embargo, son asumidas por quienes quieren gobernar con aprobación popular o conseguir sus objetivos electorales. En tal sentido, gobierno y FMLN no deben descalificarlas, más aún si la percepción negativa es sistemática.
Argumentar que la percepción negativa es por la “campaña mediática de la derecha” es insuficiente. Los medios -sin duda- inciden a través de sus agendas, enfoques y coberturas que construyen sentidos e imaginarios colectivos.
Es evidente que los medios conservadores que forman el aparato de propaganda de la oligarquía proyectan visiones negativas sobre la situación del país y el desempeño gubernamental. Sin embargo, la izquierda gobernante debería, en clave autocrítica, revisar -al menos- dos errores evidentes.
Uno es la aplicación de medidas como eliminación de subsidios, la reforma de pensiones, la reducción del gasto público y otras que afectan a la gente; y el otro es la falta de estrategias efectivas para comunicar el trabajo gubernamental y los logros obtenidos a pesar del boicot financiero de la derecha.
El deficiente trabajo comunicacional se agrava con la ausencia de liderazgo y conducción presidencial, y con la falta de estrategias políticas para presionar a la derecha y “cambiar la correlación”. La población percibe un gobierno sin iniciativa y sometido por la oposición.
Ojalá el Presidente Sánchez Cerén, quienes le rodean (sobre todo los secretarios presidenciales Roberto Lorenzana y Manuel Melgar) y la dirigencia del FMLN reaccionen y corrijan aunque sea tarde. Es mejor tarde que nunca.
Si no lo hacen, podrían pasar a la historia como el gobierno peor evaluado y serían los sepultureros de las posibilidades electorales de la izquierda en 2019. ARENA estaría alistando la champaña.