Pasos a seguir:
1. Haz ejercicio por lo menos tres veces por semana es clave para mejorar la mala circulación, ya que permite aumentar el flujo sanguíneo hacia el corazón. Ejercita durante al menos 30 minutos cada día, incluso si es actividad física de baja intensidad, tales como dar un paseo a la hora de comer o jugar con tu mascota. Realiza ejercicios que impliquen una intensa actividad cardiovascular, como trotar, correr, ejercicios aeróbicos o deportes de equipo para favorecer al máximo tu circulación. Mientras tanto, muévete al menos una vez cada hora para hacer que la sangre fluya, especialmente si trabajas en una oficina, puesto que esto propicia el sedentarismo.
2. Cuida lo que comes.
Haz alimentos nutritivos de bajo índice glicémico, tales como las frutas y hortalizas frescas, productos lácteos bajos en grasa, carnes magras y granos enteros. Este tipo de alimentos debe ser el centro de tu dieta, de esta manera, ayuda a aumentar la circulación y prevenir problemas de corazón. Reduce el consumo de alimentos ricos en grasas trans, o grasas saturadas, sustituyéndolos por elementos ricos en ácidos grasos esenciales, tales como las nueces, salmón y aguacate, que pueden mejorar el flujo sanguíneo. Mientras tanto, mantente hidratado con agua purificada o embotellada, que también beneficia considerablemente la función circulatoria.
3. Toma suplementos nutricionales con regularidad para ayudar a aumentar la circulación.
La buena circulación incluye suplementos de vitamina C, vitaminas del complejo B, calcio, magnesio, y aceite de pescado omega-3. También es importante que tomes en cuenta la eficacia de los suplementos de vitamina E en la reducción del riesgo de enfermedades cardíacas, ya que favorece la circulación sanguínea. Además, la investigación científica ha revelado que el ginkgo biloba aumenta la circulación por la dilatación de las venas y las arterias, y ayuda a mover la sangre a las plaquetas a través del cuerpo.