Por: Rolando Alvarenga
Un trabajo de investigación realizado por este servidor (al que a pesar de reiteradas peticiones, physician la presidencia del INDES no le aportó su información) determinó que la fusilera salvadoreña de estatus olímpico, salve Melissa Carballo Mikec, salió embarazada el año pasado, reportó complicaciones médicas y el INDES dejó de pagarle y aún no le paga su estímulo económico estatal.
Mientras la Federación Salvadoreña de Tiro (FESATIRO), como una de las fuentes consultadas, respondió con prontitud al reporte solicitado, la presidencia del INDES no reaccionó a la petición periodística. Y, por eso, tras haber esperado 10 días hábiles, me desmarco de toda imprecisión y responsabilidad que pueda aparecer en el transcurso de esta columna, con perfil de denuncia por una injusticia contra una atleta que sigue acumulando deudas al igual que un resto de deportistas y entrenadores.
Vamos al grano. De acuerdo a la investigación, Melissa, que en 2014 tenía un estímulo de 700 dólares, sufrió una reducción a la mitad en 2015. Y, sin haber recibido ni siquiera los 350 dólares, en junio notificó a su federación su embarazo e informó sobre una prescripción médica que no le permitiría continuar con su trabajo de preparación y competencias. Como respuesta, la plata del estímulo estatal que entrega el INDES no llegó, ni llega aún, y Melissa tiene y sigue acumulando deudas.
Al respecto, extraoficialmente, tengo entendido que, como pasó con los del fútbol playa en su oportunidad, “algún cerebro” del INDES propuso, y no sé si quedó asentado en el instructivo, “que no se le pagara estímulo a atletas que no se mantuvieran en entrenamiento y en competencia”. Lo anterior, por falta de insumos para las respectivas evaluaciones mensuales.
En lo personal, esta medida me parece, al igual que para un resto de gente, patrióticamente injusta porque, primero, este retiro temporal no fue antojadizo y, segundo, porque Melissa sigue siendo una atleta de nivel panamericano y tiró en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
Me parece injusta también porque, aunque no se preparan para los Juegos Mundiales de la Burocracia, ni Juegos Olímpicos Burocráticos, cuando las chicas del INDES salen “gorditas para nueve meses” y, en algunos casos se complican, no se les recorta el “sagrado sueldo estatal” destinado para el deporte.
Además, ser madre es un privilegio y este Gobierno está luchando por un trato diferente para las mujeres y esta “iniciativa cerebral” del INDES (que con seguridad va tener más perjudicados y perjudicadas) no compagina con dicha política humanitaria.
Que Melissa esté casada y viviendo en Serbia con un medallista olímpico y mundialista (Damir Mikec), no quiere decir que ella le va a recargar los gastos de sus patrióticos compromisos económicos.
Ahora bien, sería bien visto y un buen mensaje que el INDES corrija esta injusticia, pague lo antes posible a Melissa, a otros atletas y entrenadores que estén en esta misma crisis.
Y con respecto a la FESATIRO, la invito a que también aplique austeridad y no tire la casa por la ventana, gastando algunos recursos disponibles en participaciones que ya quedaron fuera del Ciclo Olímpico.
Un consejo: si hay plata, hay que invertir en otras necesidades prioritarias para el mismo deporte