Licda. Norma Guevara de Ramirios
@guevara_tuiter
Se intenta hacer creer por los medios de comunicación masiva y las AFP, la información falsa o tergiversada de que el gobierno le quitará 500 millones de dólares a los ahorros de los trabajadores; con esto, le ocultan a la población que la Asamblea Legislativa solamente reformó, en el mismo sentido que en el año 2006, la Ley que en ese año se aprobó a iniciativa del gobierno y diputados de Arena y PCN.
Igual que promovieron con mensajes, la ilusión de mejores pensiones desde 1996, siguen promoviendo ahora mensajes falsos, que muy bien la Superintendencia del Sistema Financiero y la Dirección de Protección del Consumidor, podrían sancionar por falsos.
Se afirma, como si fuera cierto, que la Sala de lo Constitucional sentenció que no debía utilizarse el mecanismo de compras de certificados de inversión previsional; lo cual es falso; lo que la Sala declaró inconstitucional fue el uso de la tasa libor para pagar los intereses a dichos certificados; y se oculta intencionalmente que esa tasa, que en el pasado fue de 1.5% ó 2%, porque así lo habían aprobado; ahora es de 4.5%, la que en el 2018 será de 5%, y en el 2019, será de 5.5%. No señalan que esa legislación, de aumentar los intereses a los nuevos certificados que se emitan, fue aprobada por la Asamblea Legislativa sin los votos de Arena.
Se escandalizan porque se aprobó una reforma que subió el techo para comprar CIP, por parte de las AFP, hasta por el 50% del total del Fondo de Pensiones, pero ocultan que fueron los mismos medios de prensa que hoy critican esta reforma, los que aplaudieron en el 2006, la iniciativa promovida por la Secretaría Técnica del Gobierno de Arena.
Ocultan, intencionadamente, en que se usan los fondos que se obtienen endeudando a todo el país; y es exclusivamente para pagar las pensiones que, en su mayor parte, son pensiones de hambre, con excepción de quienes se beneficiaron de los decretos 1217 y 100 que asignaron pensiones perpetuas y de lujo a una minoría.
Cuando crearon el FOP, la población jubilada era de 131,477 personas, hoy, los jubilados son 199,937. Son seres humanos que no tienen culpa de la irresponsabilidad con la cual se sacó del presupuesto el pago de pensiones, para pasarlo a ese mecanismo de deuda creciente, a esas personas hay que pagarles su pensión y los magos de la mentira, que aplaudieron en el 2006 la genialidad del gobierno, hoy piden que se paguen de otro modo, que busque el gobierno los 600 millones de dólares de este año para pagar pensiones, además de pagar los 227 millones de dólares en intereses y abono a capital de la deuda previsional.
El 17 de diciembre de 1996, con un dictamen de la Comisión de Hacienda, firmado solamente por seis de doce miembros, el pleno votó por la privatización; ellos fueron Milena Calderón de Escalón, Gerardo Suvillaga, Salvador Rosales, Juan Duch, Francisco Flores y Arístides Alvarenga. Aquel hecho ilegal fue seguido por una copiosa propaganda que presentó la privatización como la mejor solución. La propaganda del ahorro individual engañó y sigue engañando a la gente.
El 8 de septiembre de 2006, El Diario de Hoy informaba la aprobación del Fideicomiso de Obligaciones para pensiones, y, en una parte de esa información se expresaba: “…la Ley aprobada hoy… permitirá financiar los cerca de 400 millones de dólares anuales que actualmente requiere el pago de las pensiones del sistema estatal”. En el mismo texto -señalaba la noticia- que el Presidente Saca estaba satisfecho.
En ninguna parte se informaba que antes de eso, las pensiones se pagaban con fondos provenientes de eurobonos, porque lo que siempre la derecha ha hecho es ocultar el fracaso del modelo privado, que solo es privado en el cobro de las comisiones, pero que siguen pagándose las obligaciones para con los jubilados, con fondos estatales y con deuda que todos tenemos que pagar por décadas.
Ocultar aspectos de fondo, incluso las ilegalidades, informar a medias, deformar las decisiones, promover el individualismo y la mentira se hace por la derecha usando las probadas técnicas del mercado, sin importar que estén en juego las vidas de las y los trabajadores.
A ellos no les importa si se dejan de pagar pensiones ahora, porque hasta esa crueldad podrían transformar en productos propagandísticos a favor de la privatización y contra un gobierno responsable con su pueblo.
Es lamentable que muchos repitan sus mentiras, sin detenerse a pensar que es con su seguridad con quienes juegan aquellos a quienes ellos apoyan.
Por complejo que sea este tema, empeñémonos muchas y muchos en hacer conocer la verdad de una cruenta privatización.