César Ramírez
@caralvasalvador
En una lápida del cementerio de los ilustres: “El pueblo salvadoreño en reconocimiento a la acción patriótica del 2 de abril de 1944, rinde homenaje a sus héroes y erige -por ahora- esta primera columna de su templo a los mártires: Víctor Manuel Marín, Capt. Carlos F. Piche, Capt. Carlos Gavidia Castro. Capt. Manuel Sánchez Dueñas, Gral. Alfonso Marroquín, Cnel. Tito Tomás Calvo, Tte. Marcelino Calvo, Tte. Edgardo Chacón, Capt. Mayor Julio Sosa, Tte. Mario Villacorta, Tte. Héctor Cárdenas, Tte. Óscar A. Cristales, SubTte. Ricardo Mancía González. SubTte. Miguel A. Linares, Antonio Martí Quienes supieron luchar y morir valientemente por la Libertad. San Salvador 2 de abril de 1954”
El Golpe de Estado de Martínez contra la democracia salvadoreña fue el 2 de diciembre de 1931, catorce años después un intento de Golpe de Estado fracasa contra el dictador que fusila en un juicio improvisado a militares y civiles.
Nos interesa esa historia vigente, puesto que la participación civil en ese evento es notable; en la práctica existió la unidad cívico-militar contra el dictador, pero no solo como ejemplo de lucha popular, sino bajo el signo de una conspiración genuina de hombres contra las armas en plena desventaja, no es el mito de la inmortalidad, fue un largo tiempo de violación a derechos humanos, destrucción de la constitución, instauración de un régimen policial, promoción del temor, perversión de los valores con estigmas religiosos, falsedades de complot comunistas, aquello fue una copia tercermundista de la Gestapo y un modelo nazis tropical, pero con igual genocidio como en 1932.
Durante la época del martinato el dictador se empeñó en poseer a su favor la jurisprudencia con jueces y justicia en perpetua genuflexión, una rotación y degradación de cargos militares de oficiales-críticos a su autoritarismo, castigando o premiando con cargos nacionales o extranjeros a sus subalternos fieles, en síntesis existió una normalización de los procedimientos represivos con tolerancia de las Iglesias etc. pero las empresas privadas y las representaciones internacionales se colmaron de esos abusos.
Los hechos fueron un intento de Golpe de Estado contra otro golpista, fue una acción violenta que fue castigada de la misma forma, no obstante, el dictador no logró contener la poderosa “Huelga de brazos caídos” en mayo de 1944, aquella fue la máxima respuesta cívica de estudiantes universitarios, fábricas, comercio, empleados bancarios, ferrocarril, etc. en coincidencia Estados Unidos retiró su apoyo al dictador por el asesinato del estudiante salvadoreño-estadounidense Chepe Wright… una memoria vigente.