@yanzepeda
Cerca de 90 mil personas dejaron de ser pobres en El Salvador entre 2003 y 2013, sin embargo, en el mismo Informe sobre Desarrollo Humano (IDH) para América Latina y el Caribe, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) advierte que existen 300 mil personas en riesgo de recaer en la pobreza.
“Al igual que en muchos países de la región, El Salvador ha visto una reducción importante y considerable en la población en situación de pobreza. Según el informe regional existen dos factores principales que son los que explican la salida de la pobreza, una es el logro educativo y en El Salvador sí ha habido incremento de este en la población, y la inserción en los mercados laborales”, enfatizó la oficial de Desarrollo Humano del PNUD, Nancy Argueta.
Por lo menos unas 300 mil personas se encuentran en riesgo de caer en la pobreza y son ultra vulnerables. Por lo que, los factores que indican este riesgo son aquellos relacionados a la falta de acceso a los sistemas de protección social, de cuidado, activos físicos y financieros y de pensiones.
A nivel regional, el IDH establece que salieron de la pobreza cerca de 72 millones de personas y entraron a la clase media 94 millones de personas entre 2003 y 2013. Más de un tercio de la población salió de la pobreza y muchos de ellos son jóvenes y mujeres con inserción laboral precaria, pero son quienes corren el riesgo de recaer en ella.
Para prevenir dicha recaída se considera fundamental que las políticas públicas de nueva generación fortalezcan los cuatro factores que impiden los retrocesos y estos son: protección social, sistema de cuidad, activos físicos y financieros (como auto, casa propia, cuenta de ahorro o dinero en el banco que actúan como colchones durante las crisis, y la calificación laboral.
Según la Subsecretaria General de Naciones Unidas y Directora Regional del PNUD para América Latina y El Caribe, Jessica Faieta, “los países ya trabajan con un enfoque multidimensional”, pero hacer más de lo mismo no funciona para las sociedades actuales y se requiere del mejoramiento de las políticas públicas. Puesto que, se deben dar “soluciones múltiples a problemas múltiples”.
El IDH hace un llamado a repensar el modelo latinoamericano de progreso hacia un concepto multidimensional, siguiendo la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y que transcienda el uso del ingreso per cápita, el ritmo del crecimiento económico y el Producto Interno Bruto (BIP) como criterios privilegiados para medir el desarrollo.