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Merkel llama a Europa a asumir su destino sin contar con Estados Unidos ni Gran Bretaña

Fráncfort/Washington/AFP/dpa

Europa debe tomar su destino «en sus propias manos» frente a una alianza occidental dividida por el Brexit y la presidencia de Donald Trump en Estados Unidos, afirmó este domingo la canciller alemana Angela Merkel.

«Los tiempos en los que podíamos depender completamente de otros están terminando. Lo he experimentado en los últimos días», lanzó Merkel ante una multitud reunida en un mitin electoral en Múnich, en el sur de Alemania.

«Sin embargo, debemos saber que debemos luchar nosotros mismos por nuestro futuro y nuestro destino como europeos», agregó, pese a que Alemania y la Unión Europea (UE) sigan esforzándose por mantener buenas relaciones con Estados Unidos y Reino Unido.

«Tenemos que luchar por nuestro destino», insistió la canciller, que acababa de regresar de una cumbre del G7 que el sábado finalizó, en la localidad siciliana de Taormina, sin acuerdo entre Estados Unidos y las otras seis grandes economías del planeta sobre la lucha contra el cambio climático.

Merkel, cansada de las declaraciones del presidente estadounidense, Donald Trump, que llegó incluso la pasada semana a calificar a los alemanes de «malos, muy malos» en relación a su superávit comercial, invocó la cohesión e independencia de la Unión Europea (UE).

«Y por ello solo puedo decir: nosotros los europeos debemos realmente tener nuestro destino en nuestra propia mano», afirmó al día siguiente de la cumbre del G7 en Taormina (Italia).

Causa común con Macron

Merkel, que en Taormina sumó sus esfuerzos en ese sentido a los del nuevo presidente de Francia Emmanuel Macron, había calificado el sábado los resultados de este «seis contra uno» como «muy difíciles, por no decir muy insatisfactorios».

Trump afirmó en un tuit que no anunciará hasta la próxima semana si Estados Unidos se mantiene o no en el Acuerdo de París, alcanzado en 2015 para combatir el calentamiento global.

En una etapa anterior a su gira, el presidente estadounidense había reiterado sus críticas a los aliados de la OTAN por no respetar el compromiso de destinar 2% de su Producto Interno Bruto (PIB) a la alianza militar.

También, según la prensa, tildó en Europa las prácticas comerciales de Alemania como «malas, muy malas», quejándose de que la principal economía europea vende demasiados coches a Estados Unidos.

En comentarios colgados en Twitter, Trump presentó luego una evaluación más positiva de las conversaciones de Taormina.

«Acabo de regresar de Europa. Este viaje fue un gran éxito para Estados Unidos. Trabajo duro pero grandes resultados!», escribió el mandatario en su red social favorita.

Grietas en la OTAN

La víspera, Trump había indicado que se daba un plazo hasta la semana próxima antes de comunicar su «decisión final» acerca del mantenimiento o no de Estados Unidos en el acuerdo de París.

En el primer viaje al extranjero de su presidencia, Trump estuvo además en Bruselas donde decepcionó a sus interlocutores de la OTAN al negarse a comprometerse explícitamente en favor de su defensa colectiva.

Esa ausencia de respaldo explícito al «Artículo 5» de la OTAN, que establece que los aliados respaldan a cualquiera de los suyos en caso de agresión exterior, sumada a palabras poco amenas sobre la falta de contribución financiera a la OTAN de parte de los aliados, preocupan a los demás países.

La ceremonia, durante la cual el presidente norteamericano inauguró un monumento con un fragmento del World Trade Center, era sin embargo una oportunidad única para que Trump se comprometiese públicamente a favor de esa cláusula de defensa colectiva, ya que tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, Estados Unidos justamente había invocado el artículo 5 de la Alianza Atlántica.

En cerca de 70 años, es el primer presidente de Estados Unidos que se niega a reafirmar ese compromiso de manera explícita.

Reacciones encontradas

Las demoledoras críticas que la canciller Angela Merkel expresó el fin de semana sobre las relaciones entre Alemania y Estados Unidos generaron hoy reacciones de preocupación en medios políticos y académicos norteamericanos.

El diputado demócrata Adam Schiff lamentó que hayan terminado las relaciones especiales entre Estados Unidos y Alemania. «Lo siento si el presidente de Estados Unidos llama a esto un gran éxito», comentó Schiff.

El diario «The New York Times» citó al ex embajador estadounidense ante la OTAN Ivo Daalder afirmando que «este parece ser el fin de una era en la que Estados Unidos hacía de líder y Europa le seguía».

El analista Richard Haas, del laboratorio de ideas Council on Foreign Affairs, calificó las afirmaciones de Merkel como un parteaguas en las relaciones entre los dos países. «Desde la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos ha intentado evitar algo así», dijo Haas.

La columnista Anne Applebaum escribió en Twitter: «Desde 1945, primero la URSS y después Rusia han intentado sembrar la división entre Alemania y Estados Unidos. Gracias a Trump, Putin lo ha logrado».

Por el contrario, desde el bando de los simpatizantes de Trump se lanzaron duras críticas a la canciller. «Merkel, heroína de la izquierda y una catástrofe para Europa, dice que ‘no puede fiarse de Trump’. Fantástico. Él es un obstáculo a la vertiginosa estupidez de ella», escribió en Twitter el comentarista conservador Bill Mitchell.

Sus declaraciones fueron aplaudidas por la prensa internacional y alemana. «¡Finalmente! Finalmente se mira de manera realista lo relacionado con Donald Trump. Finalmente se tiran por la borda las esperanzas de los políticos y transatlánticos respecto al presidente de Estados Unidos», escribió en un comentario la televisión pública alemana ARD.

«Para Trump rige tanto en política interna como externa, mucho más que en los años pasados, el que cada uno forja su suerte», agregó. «Por ello, el nuevo ajuste de Merkel es una conclusión lógica».

«No se puede contar con Estados Unidos», tituló por su parte un comentario el diario «Frankfurter Allgemeine Zeitung». «Merkel quiere menos influencia de Estados Unidos. Los europeos no deben infravalorarse, pero tampoco sobreestimar las propias posibilidades. Se trata de un equilibrio de intereses pragmático», indicó.

No obstante, estas declaraciones a cuatro meses de las generales en Alemania suscitaron cierto escepticismo. «¿Un momento de cambio histórico o campaña electoral barata?», se preguntaba la revista «Der Spiegel».

Ante la duda, el Partido Socialdemócrata alemán (SPD) no dudó en sumarse hoy al carro y acusó a Trump de «chantaje político». «El nuevo presidente estadounidense no aboga por la cooperación internacional, sino por el aislacionismo y el supuesto derecho de los más fuertes», escribió en un comentario publicado en el rotativo berlinés «Tagesspiegel».

«Europa debe reaccionar contra Trump con realismo, pero sobre todo con seguridad en sí misma», reclamó el rival deMerkel en las próximas elecciones, Martin Schulz.

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