Belo Horizonte/Brasil/dpa
Dos amigos, una rivalidad histórica: el argentino Lionel Messi y el brasileño Neymar llegaron hoy juntos a Brasil para disputar en dos días el gran clásico de selecciones del fútbol sudamericano.
Messi y Neymar volaron desde España directamente hasta Belo Horizonte, acompañados en el avión por el también argentino Javier Mascherano, según informó el portal “O Globo”.
Los tres jugadores del Barcelona llegaron en la madrugada a la capital minera brasileña, donde Argentina y Brasil disputarán el jueves un clásico de alto voltaje por la undécima fecha de la eliminatoria sudamericana para el Mundial Rusia 2018.
Messi y Mascherano se dirigieron luego directamente a Cidade do Galo, el campo de entrenamiento del Atlético Mineiro, donde está concentrada la “albiceleste”.
Neymar se unió al plantel “canarinho” en el hotel Ouro Minas de Belo Horizonte.
Con la llegada de las dos grandes estrellas, ambas selecciones están casi completas para ultimar su preparación para el “súperclásico”.
Argentina llega al cruce en crisis después de perder en el partido previo de la eliminatoria de local frente a Paraguay.
Los dirigidos por Edgardo Bauza están en este momento sextos en la tabla, lo que los dejaría fuera de Rusia 2018.
Las esperanzas “albicelestes” están depositadas en Messi, que vuelve a la selección tras una ausencia por lesión y que se mostró en un soberbio estado de forma en sus últimos partidos con el Barcelona.
Brasil, por su parte, lidera la tabla sudamericana y ha renacido bajo la batuta del seleccionador Tite, defensor de un fútbol ofensivo y coral. “Tenemos todo para ganar”, se mostró confiado el delantero Willian.
Tras ganar en los cuatro primeros partidos de Tite como técnico, la “canarinha” quiere superar ahora, nada menos que ante su archirrival deportivo, su último gran trauma futbolístico: la humillante derrota por 7-1 que sufrió en el Mundial de 2014 frente a Alemania jugando justamente en el estadio “Mineirao” de Belo Horizonte.
La “canarinha” vuelve este jueves tras más de dos años al escenario de su mayor derrota en la historia.