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Madrid/dpa
El Barcelona aplicó hasta el extremo la máxima de «no tocar lo que funciona» y hoy celebra una rutina exitosa que incluye la magia de Lionel Messi, una equipo titular intocable y una espectacular racha de 33 partidos invicto.
Todo es armonía en el equipo de Luis Enrique, que vive tiempos de éxito. Clasificado para la final de la Copa del Rey y muy destacado en el liderato de la Liga española, el martes dejó prácticamente sentenciada su clasificación para los cuartos de final de la Liga de Campeones al vencer 2-0 en el campo del Arsenal.
El encuentro jugado en Londres abundó en todas las constantes que viene emitiendo el Barcelona en los últimos tiempos. Así, no necesita un brillo futbolístico especial para sacar excelentes resultados.
Así lo garantiza el espectacular momento de forma que vive su tridente ofensivo, calificado como «la mejor delantera del mundo» por el central azulgrana Gerard Piqué. Luis Suárez, Neymar y Messi protagonizaron un primer tanto espectacular en Londres al construir un vertiginoso contraataque culminado por el argentino y su sangre fría.
Por supuesto, la prensa española destacó hoy la actuación de Messi. «Es un regalo de Dios para el ‘Barça’. En Londres resucitó San Messi. Un diamante que da brillo a un gran equipo. Un talento que con los años, como el buen vino, alcanza un nivel de juego excepcional», afirmó el diario barcelonés «Sport».
Ya no es noticia el uso que hace el Barcelona del contraataque, un recurso que Luis Enrique decidió rescatar del ostracismo para convertirlo en uno de los principales argumentos del juego ofensivo azulgrana. Su tridente lo despliega a la perfección.
«El tiqui-taca languidece, gloria al contraataque», resumió «Sport», toda una declaración de intenciones.
No cabe duda de que el Barcelona tiene bien aprendida la lección. Y es clave que todos los jugadores se conocen muy bien, tienen interiorizados todos los automatismos.
En Londres, Luis Enrique puso al mismo equipo que el pasado mes de junio ganó la Liga de Campeones en Berlín. Además, el técnico azulgrana no hizo un solo cambio en todo el encuentro. Son los hombres llamados a intentar lo que ningún equipo en la historia consiguió: sumar dos Champions consecutivas.
La situación es tan idílica que Luis Enrique dio a sus futbolistas dos días de descanso. Otros dos días -viernes y sábado- le bastan para preparar el próximo partido, que será el domingo, y precisamente ante el Sevilla, el último equipo que logró vencer al Barcelona.
