Iosu Perales
Los debates sobre quién es mejor jugador de fútbol, Lionel Messi o Cristiano Ronaldo, suelen estar salpicados de comentarios acerca de la personalidad de uno y de otro. Por estas latitudes es recurrente cargar sobre el portugués la imagen de ególatra y sobre el argentino la de humilde. Sin embargo, las percepciones sobre el comportamiento de uno y de otro en el campo no debería ocultar quién es quién en cuanto a compromiso social y político. En esto último me quedo con Cristiano a ojos cerrados.
Algo más que una anécdota: el 23 de marzo de 2014, en la eliminatoria que enfrentó a Israel y Portugal para el mundial, al finalizar el partido un jugador israelí pidió al portugués el intercambio de camisetas. Cristiano rechazó la oferta explicándole que no podía ponerse la camiseta con el escudo de Israel. El digital francés Street Télé Virtuelle dijo entonces que Cristiano habría dicho: “Yo no intercambio mi camiseta con asesinos”. Lo curioso es que sólo ese diario recogió esa frase que fue suficiente para que otros medios afirmaran el antisemitismo del portugués. Sinceramente le doy credibilidad a la versión más suave del suceso. La segunda versión nunca ha sido probada. Pero no me extraña una más que posible tergiversación del hecho, mal intencionada, habida cuenta que Cristiano Ronaldo, hace unos años, donó 1,5 millones de euros a los niños de la franja de Gaza y que en 2011 cediera la bota de oro como galardón al máximo goleador europeo, a la Fundación del Real Madrid, para que la subastara con el fin de recoger fondos destinados a las escuelas infantiles de Gaza. Lo siento, pero no veo a Messi haciendo algo parecido
Precisamente Messi, a mediados de julio del año 2015, recibió un pago de 3,7 millones de euros por asistir a un acto público del dictador de Gabón, Alí Bongo. Su presencia dejó perpleja a la oposición de ese país y a las organizaciones progresistas africanas que se preguntaron si el jugador argentino sabía realmente a quién estaba apoyando. En el acto, Messi colocó la primera piedra del estadio que se construye en la ciudad de Port Gentil con motivo de la copa africana de naciones en 2017. Bongo está considerado como uno de los dictadores más corruptos de África.
No pienso que los hechos que narro tengan relación con las inclinaciones políticas de los dos jugadores, pues quiero creer que Messi es un demócrata, pero sí expresan el grado de conciencia política de uno y de otro.
Otro dato de interés: Cristiano ha donado 600.000 euros que corresponden a la prima por ganar la champion a una ONG de la que no ha querido revelar el nombre. En realidad él tampoco ha publicitado la donación que ha sido desvelada en un conocido programa deportivo de televisión. Parece ser que la ONG destinataria trabaja con personas discapacitadas. Sigo sin ver a Messi haciendo este tipo de cosas. Claro que a lo mejor las hace en secreto, como lo ha hecho con el millonario fraude a hacienda.
Les diré más. En el año 2014 Cristiano financió con 60.000 euros la operación de Erik Ortíz Cruz, un niño de 10 meses que padecía de displasia cortical. Antes, en 2012, se hizo cargo de ayudar a Nuhazet, un niño canario afectado por el cáncer. Más datos: en 2015 entregó siete millones de euros a la ONG Save the Children que se dedica a la atención de la infancia en condiciones de pobreza o en escenarios de conflicto.
Cierto que Lionel Messi, con el apoyo de su familia, puso en marcha una Fundación en 2007 para ayudar a los niños y niñas de su país y otros de América Latina. Pero hay una diferencia con lo que hace Cristiano Ronaldo. Este último dona directamente su dinero. Lo que hace la Fundación Messi es captar dinero de sus partners, entre los cuales están Adidas (empresa que fabrica productos con trabajo infantil en el sudeste asiático, al igual que lo hacen Nike, Puma y Reebok), Rosental Inversiones, Grupos Sancor Seguros, Banco de la Nación Argentina, Gillette y otras, y por la parte institucional Unicef.
La Fundación Messi fue legalizada en 2013, seis años después de su nacimiento, curiosamente seis días antes de que la fiscalía presentara contra él y su padre una querella criminal por tres delitos contra la hacienda pública. No hay duda de que sobre la fundación se ciernen muchos interrogantes. Durante años funcionó sin control alguno de la Administración, como es obligatorio. Según datos de hacienda y de la Generalitat de Catalunya no cuadran los números en el movimiento financiero de la entidad: entre lo declarado y lo real hay muy grandes diferencias. Su funcionamiento es opaco.
Les cuento un detalle más: Cristiano Ronaldo ha preferido no tatuarse para poder donar sangre cuando quiera, cosa que hace al menos dos veces al año desde que era adolescente. Hace algunos años Carlos Martins, jugador del Granada, pidió ayuda para su hijo enfermo de leucemia. Ante la indiferencia de casi todos los jugadores de la Liga, Cristiano se hizo donante de médula y desde entonces ha invitado a niños enfermos a la entrega del Balón de Oro. Creo que las apariencias engañan. El que parece más humilde puede ser alguien codicioso y el que parece más engreído puede ser alguien con responsabilidad social. En cuanto a lo de ególatra recuerdo muy bien a Muhammad Alí. El boxeador más grande de la historia cuando subía al ring se mostraba soberbio, retador, superior, era su modo de participar en un espectáculo. En la vida real era un tipo comprometido con su raza y luchador por los derechos civiles, seguidor de Martin Luther King. Cuando veo a Cristiano Ronaldo con esos aires de ser superior deslizándose por el campo pienso que es solamente su forma de participar en el espectáculo. Me quedo con lo que es y hace fuera del campo.
Bueno, ya está dicho. Y lo dice un admirador del juego de Lionel Messi que embruja. Es un deleite verle con el balón pegado al pie. Pero lo cortés no quita lo valiente.