Sao Paulo/dpa
Lionel Messi y Ángel Di María le dieron hoy a la Argentina la clasificación a cuartos de final con un agónico triunfo por 1-0 sobre Suiza en tiempo suplementario que mantiene vivo el sueño albiceleste de conquistar el tricampeonato.
Cuando la definición por penales parecía una amenaza inmediata, Rodrigo Palacio recuperó a los 118 minutos una pelota y Messi salió en una increíble carrera hacia el área suiza y la abrió con un pase a la derecha que Di María definió con un potente remate cruzado al arco de Diego Benaglio.
Suiza estuvo muy cerca de empatar apenas dos minutos más tarde con un disparo de Blerim Dzemaili que se estrelló en el palo derecho de Sergio Romero y luego un remate desviado cuando el suizo tomó el rebote.
El conjunto dirigido por Alejandro Sabella se enfrentará el sábado al ganador de la llave entre Bélgica y Estados Unidos en Brasilia, donde buscará superar los cuartos de final por primera vez desde el Mundial de 1990.
En un estadio Itaquerao colmado, pero en el que los sudamericanos por primera vez no se sintieron como locales, Argentina y Suiza fueron a tiempo suplementario tras empatar sin goles en los 90 minutos de partido. Los albicelestes no pudieron concretar la superioridad que mostraron en el campo ante un rival que se cerró atrás e incluso les planteó varias amenazas.
A la potencia ofensiva argentina liderada por Messi le faltaron definición, recursos y claridad para vulnerar la táctica que le plantearon los europeos.
La estrella del Barcelona hizo todo lo que estuvo a su alcance, con la ayuda de Marcos Rojo, Javier Mascherano y Romero pero sin éxito hasta casi el último minuto. Messi incluso dejó explotar su enojo con una brusca reacción ante una falta que le hizo Valon Behrami en el segundo tiempo.
Suiza tuvo las oportunidades más claras en el primer tiempo, convirtiendo a Romero en la figura frente a nuevos errores de Ezequiel Garay y de Federico Fernández, que volvieron a generar inseguridad en la defensa argentina frente al avance del «Messi suizo», Xhedran Shaqiri, y sus compañeros.
La llegada más clara del conjunto dirigido por el alemán Ottmar Hitzfeld fue a los 27’, cuando Romero rechazó primero con la pierna un disparo de Mehmedi y luego desvió el rebote. Más tarde llegó una veloz jugada de contra de Josip Drmic, quien falló al definir pese a la mala salida de Romero, que logró atrapar el balón.
Messi tardó varios minutos en entrar en partido pero luego intentó levantar al equipo y buscar cómo entrar al área suiza.
Probó con algunos arranques explosivos pero la férrea marca suiza lo frenó y le costó encontrar socios en el ataque. Casi sobre el final del primer tiempo, Messi armó una jugada colectiva que Di María definió a las manos del arquero. El volante del Real Madrid jugó primero por izquierda y luego por derecha para darle profundidad al equipo pero con algunas imprecisiones, mientras a Ezequiel Lavezzi le costó encontrar su lugar y sólo tuvo una llegada clara con un remate que tapó Benaglio.
El segundo tiempo fue más de ida y vuelta, con ambos equipos buscando salir del cero. Los argentinos regresaron del descanso inspirados y de inmediato pusieron en riesgo a Suiza con una fluida jugada entre Messi, Lavezzi e Higuaín. Pero pronto otra jugada de contraataque suiza los acorraló y el susto llegó a los 49’ con un tiro libre de Shaqiri, que se le escapó de las manos a Romero, que sufrió esas milésimas de segundo hasta que pudo arrojarse sobre la pelota para asegurarla.
Rojo pateó al arco a los 58′ pero atajó Benaglio, quien a los 62′ volvió a sacar un cabezazo de Higuaín. Argentina acorraló una y otra vez a Suiza, cada vez más retraída en el fondo, pero sin éxito. Tampoco Messi pudo definir cuando remató al arco a los 67’ desde fuera del área.
A los 73′ entró Palacio por Lavezzi y al minuto cabeceó apenas desviado y luego a los 77’, Messi se perdió abrir la cuenta con un remate que desvió Benaglio. Ya en tiempo suplementario, el portero suizo volvió a salvar su valla al desviar un potente remate de Di María.
La definición por penales parecía inminente ante la desesperación albiceleste, con el plantel desgastado, pero llegó la gran jugada de gol que salvó a Argentina. Los suizos, sin embargo, no se rindieron hasta con el arquero atacando generaron riesgo. Argentina tuvo que sufrir hasta el silbato final para poder festejar.