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La neonata tortuga golfina se abre camino hacia un nuevo mundo, después de haber sido liberada por los niños con capacidades especiales del ISRI. Así promueven la inclusión a este sector de la población infantil y la preservación de este anfibio. Foto Diario Co Latino / Ludwin Vanegas

Metalío, un oasis de preservación y esperanza para las golfinas

Yanuario Gómez
@DiarioCoLatino

De color gris y verde, y un  caparazón en forma de corazón, la tortuga golfina es una de las tortugas más comunes en las playas de nuestro país, en  plena madurez rara vez pesan más de 100 libras y miden menos de tres pies de longitud, de hecho, se clasifican como la especie marina más pequeña.

Las hembras se reproducen al menos una vez al año, la mayoría de ellos lo hacen por lo menos dos veces y ponen hasta 100 huevos de una vez que tardan aproximadamente de 50 a 60 días para eclosionar. Actualmente se estima que hay aproximadamente 800.000 de ellas en el mundo.

En El Salvador anidan 4 especies de tortugas marinas: Carey, Baule, Prieta y Golfina, las cuales se encuentran en peligro de extinción, según el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN). Esto se debe a que hay varias amenazas que inciden en sus ciclos de vida. Una de estas amenazas se da en las playas de anidación, donde se extrae el 90% de los huevos que las tortugas ponen.

La importancia de estas especies marinas para el ecosistema se debe a que se alimentan de otras que son perjudiciales tanto para otras criaturas marinas como para el ser humano su dieta se compone de camarones, cangrejos, langostas y medusas. Cuando estos elementos son difíciles de encontrar consumirán varios tipos de algas que se encuentran disponibles.

El director del ISBM Rafael Coto entrega una tortuga golfina neonata a Melani Victoria Rodas Castro, niña no vidente del mismo instituto que participa en la Liberación de Tortugas en la Playa Metalío, Sonsonate. Foto Diario Co Latino/ Ludwin Vanegas
El director del ISBM Rafael Coto entrega una tortuga golfina neonata a Melani Victoria Rodas Castro, niña no vidente del mismo instituto que participa en la Liberación de Tortugas en la Playa Metalío, Sonsonate. Foto Diario Co Latino/ Ludwin Vanegas

Desde la prohibición de consumo y venta de huevos de tortuga impuesta por el MARN, se han llevado a cabo algunos esfuerzos por preservar dicha especie, tal es el caso del Proyecto de Incubación y Liberación de Tortugas Marinas del Instituto Salvadoreño de Bienestar Magisterial (ISBM).

A la fecha el ISBM cuenta con 118 nidos en todo el país desde el mes de agosto, en el vivero del Complejo Magisterial del cantón Metalío, en el municipio de Acajutla (Sonsonate) hay al 19 nidos y los recolectores son los habitantes de la zona quienes reciben dos dólares por 14 huevos de tortuga que recolectan. Para Rafael Coto, director de ISBM, el objetivo no es solo la conservación de la especie para futuras generaciones sino también enseñarles a estas el cuido e importancia de la fauna para el ecosistema, por ello la institución ha implementado además un programa para que alumnos de diversos centros escolares puedan participar de las liberaciones.

“No solo es el tema de preservar las tortugas para el medio ambiente sino también aprovechar un proceso de formación hacia la niñez salvadoreña, que tengan la oportunidad de vivir esta experiencia de participar en las liberaciones de tortugas” Explicó Coto. En esta ocasión, los invitados a vivir dicha experiencia fueron los niños del Instituto Salvadoreño de Rehabilitación Integral (ISRI), quienes tuvieron la oportunidad de participar en la liberación de casi 300 crías de tortuga Golfina.

“En estos casos como hay personas no videntes, sordos, el proceso es interesante para lograr que todos tengan una impresión satisfactoria, a los niños ciegos se les explica y describe el entorno en el que están, se les ponen en sus manos las tortugas para que las toquen y sientan su forma, como se mueven” manifestó Coto

Como parte del proceso de familiarización de los niños con el ambiente en el que estaban y con las crías, se les explico mediante un cuento interactivo, el viaje que estas tenían que realizar desde que nacían hasta que buscaban el mar para comenzar su vida, los niños hacían diferentes clases de movimientos y sonidos que realizan las tortugas.

Niños con capacidades especiales, del ISRI, participan en la “Liberación de Tortugas” impulsado por dicho instituto y el ISBM, para apoyar el fenómeno de la inclusión social y contribución a la fauna marina en la playa de Metalío, Sonsonate. Foto Diario Co Latino/ Ludwin Vanegas
Niños con capacidades especiales, del ISRI, participan en la “Liberación de Tortugas” impulsado por dicho instituto y el ISBM, para apoyar el fenómeno de la inclusión social y contribución a la fauna marina en la playa de Metalío, Sonsonate. Foto Diario Co Latino/ Ludwin Vanegas

Luego tuvieron la oportunidad de tocar a las crías, las reacciones de los pequeños fueron diversas, algunos reían, otros, sentían temor debido a la sensación que les producía el tocarlas.

Después los niños y sus padres caminaron hacia la playa donde liberarían a las crías de Golfina, muchos caminaban despacio, con cautela porque nunca habían sentido la arena bajo sus pies, acto seguido se les pidió tomar una tortuga y ponerle un nombre antes de liberarla.

Isaí Gómez, un niño con discapacidad visual, de nueve años, forma parte del grupo de 50 alumnos del ISRI que participó en la liberación de Golfinas. El nombre que le asignó a su ejemplar fue “Esperanza”, según el niño, la idea de ponerle ese nombre a la tortuga fue porque la esperanza da felicidad a los seres humanos y él quería que la cría se sintiera feliz.

Cuando los cuidadores les dieron la señal, los niños se arrodillaron y dejaron sobre el suelo a los neonatos de Golfina, Isaí sonreía mientras su madre le narraba como la tortuga avanzaba hacia el mar. Luego el pequeño junto a sus compañeros y padres de familia  pudieron disfrutar de todos los juegos, la playa y las piscinas.

Francisco González, presidente del ISRI, agradeció a nombre de alumnos y padres de familia por la oportunidad que les brindó el ISBM de participar en esta interesante actividad.

“Agradezco la oportunidad que nos da este día bienestar magisterial, ya que por primera vez los y las usuarias del Instituto Salvadoreño de Rehabilitación Integral participamos en un evento tan significativo como este, ya que no estamos liberando, lo que estamos haciendo es acortar la distancia de los factores de riesgo que tienen que enfrentar las tortugas al nacer y que muchas veces les imposibilitan llegar al mar, explicó González.

Cada año alrededor de siete mil crías de tortuga son liberadas en los nidos que tiene el Instituto Salvadoreño de Bienestar Magisterial, en los seis años de existencia del Proyecto de Incubación y liberación de tortugas Marinas se han dejado en libertad alrededor de 35 mil neonatos.

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