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La época lluviosa en el país está marcada por varios sistemas atmosféricos, viagra cialis tal como el sucedido recientemente, pilule donde las condiciones climáticas generaron varios días de temporal con lluvias intermitentes.
La coordinadora del Centro de Pronóstico Meteorológico del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), Lorena Soriano, explicó que uno de estos sistemas es la Onda Tropical, la cual es una ondulación que se desarrolla a partir de perturbaciones que derivan fuera del continente africano hacia Centroamérica, es decir, del viento proveniente del este.
Este sistema tiene la forma de una V invertida la cual impulsa ondas que se mueven hacia el Este desde las áreas costeras del norte de África a Centroamérica, por lo general está acompañada de nubosidad y lluvias, dado el desplazamiento de esta en un lugar determinado se dan precipitaciones.
Si una onda tropical se mueve velozmente, puede tener vientos tan o más intensos que los de una tormenta tropical. Sin embargo, no se la considerará como tal a menos que presente una circulación cerrada.
Un ejemplo de ello fue el huracán Claudette, en 2003, donde la onda originaria alcanzó vientos de 72 kilómetros por hora, antes de desarrollar circulación.
“Este es un sistema que incide en el territorio salvadoreño, por lo general las ondas tropicales durante la estación lluviosa pasan de tres a cinco días, llevan una periodicidad o frecuencia de una entre la otra”, expresó Soriano.
Una onda tropical generalmente sigue a un área de aire descendente intensamente seco que sopla desde el Noreste. Luego de pasar la línea de vaguada, el viento vira hacia el Sudeste, la humedad se incrementa abruptamente y la atmósfera se desestabiliza, ello produce chubascos extendidos y tormentas, a veces severas. Los chubascos gradualmente disminuyen a medida que la onda se desplaza hacia el Oeste. Una onda tropical es seguida por una ola de seco, la inversión del aire seco cubre la convección, dejando los cielos despejados.
Aproximadamente el 60% de los ciclones tropicales se originan a partir de ondas tropicales, mientras que cerca del 85% de los huracanes del Atlántico más intensos de categoría 3 y más, se desarrollan a partir de ondas tropicales. Los ciclones tropicales pueden a veces degenerar nuevamente en una onda tropical.
La meteoróloga añadió que otro de los sistemas son las vaguadas, que es muy parecido a la Onda Tropical, pues siempre están asociadas con lluvias. Sin embargo, la Vaguada se puede encontrar en los diferentes niveles de la troposfera, es decir, la parte de la atmósfera que incide con las condiciones atmosféricas.
“La principal diferencia entre el sistema de vaguada con la onda tropical es que primera se puede encontrar en cualquier capa de la atmósfera, mientras que la onda tropical solamente en las capas bajas a lo sumo puede alcanzar las capas medias”, indicó la experta.
Asimismo, reiteró que ambos sistemas están asociados con lluvias, aunque la generación de lluvias dependerá de las condiciones óptimas que tenga para que se generen nubes muy grandes, propias de una tormenta. Así se podrán tener Vaguadas ser muy activas o atenuadas o igual una onda tropical.
La vaguada se refiere al ascenso de masas de aire cálido y húmedo a lo largo de una zona alargada de baja presión atmosférica que se ubica entre dos áreas de mayor presión, formadas por masas de aire mucho más frío y pesado que se introducen como una cuña y dan origen a una formación de nubes de gran desarrollo vertical y a las consiguientes lluvias.
Soriano manifestó que las bajas presiones están asociadas con “mal tiempo” o lluvias, mientras que las altas presiones, anticiclones o circulaciones anticiclónicas se relacionan con “buen tiempo”
“Cuando se habla de una alta presión y de una circulación anticiclónica es buen tiempo, si se habla de bajas presiones y de circulaciones ciclónicas, es mal tiempo. Estos son los sistemas que marcan la estación lluviosa en nuestro territorio”, afirmó la meteoróloga.
También existen otros sistemas más organizados que generan mal tiempo como son los huracanes, ya que es el más severo de los fenómenos meteorológicos conocidos como ciclones tropicales. Estos son sistemas de baja presión con actividad lluviosa y eléctrica cuyos vientos rotan antihorariamente, es decir, en contra de las manecillas del reloj, en el hemisferio Norte.
Un ciclón tropical con vientos menores o iguales a 62 kilómetros es llamado depresión tropical, mientras que, cuando los vientos alcanzan velocidades de 63 a 117 kilómetros por hora se llama tormenta tropical y, al exceder los 118 kilómetros por hora la tormenta tropical se convierte en huracán.
Una de las diferencias principales entre los tres tipos de ciclones tropicales es su organización. La depresión tropical agrupa nubosidad y lluvia pero las bandas espirales no están bien delimitadas. La tormenta tropical es un sistema atmosférico con una mejor estructura, con bandas espiraladas convergentes hacia el centro del sistema. El huracán por su parte es un sistema totalmente organizado en toda la troposfera con bandas espiraladas de lluvia bien delimitadas.
La temporada de huracanes en la Cuenca del Atlántico comienza el 1 de junio y termina el 30 de noviembre. La Cuenca del Atlántico comprende el Mar Caribe, el Golfo de México y el Océano Atlántico.
La escala Saffir Simpson define y clasifica la categoría de un huracán en función de la velocidad de los vientos del mismo. La categoría 1 es la menos intensa, con vientos de 119 a 153 kilómetros por hora, la categoría 5 es la más intensa, vientos mayores que 250 kilómetros por hora. La categoría de un huracán no está relacionada necesariamente con los daños que ocasiona.
Los huracanes categorías 1 , 2 pueden causar efectos severos dependiendo de los fenómenos atmosféricos que interactúen con ellos, el tipo de región afectada y la velocidad de desplazamiento del huracán. Los huracanes de categoría 3,4, o 5 son considerados como severos.
Los riesgos asociados con los ciclones tropicales, especialmente con los huracanes son marejada, vientos fuertes, intensas precipitaciones, deslizamientos e inundaciones. La intensidad de un huracán es un indicador que generalmente refleja el potencial destructor del mismo.
Un huracán genera, en promedio, entre 150 y 300 milímetros de lluvia o más, la cual causa severas inundaciones, deslizamientos y derrumbes. Las lluvias más fuertes se relacionan, generalmente, con las tormentas tropicales o huracanes que se desplazan más lentamente, es decir, menos de 16 kilómetros por hora.
Los meteorólogos empezaron a nombrar los huracanes y tormentas tropicales para permitir facilidad de comunicación entre ellos y el público en general en áreas relacionadas con las previsiones, avisos y peligros. Al darle nombre a los huracanes, hay una reducción en la confusión sobre qué tormenta es la que se está describiendo.
Por siglos, muchos huracanes en las Antillas eran nombrados por el santo del día en que afectaba el huracán. Por ejemplo, el “Huracán de Santa Ana”, que azotó Puerto Rico con excepcional violencia el 26 de Julio de 1825, y “San Felipe” (el primero) y “San Felipe” (el segundo) que afectaron Puerto Rico ambos en Septiembre 13, el primero en 1876 y el segundo en 1928.
El primer meteorólogo que utilizó un nombre propio, de una mujer para referirse a un huracán fue el australiano Clement Wragge, a finales del siglo 19 y principios del 20. La práctica de usar únicamente nombres de mujeres terminó en 1978, cuando se incluyó nombres de mujeres y de hombres en las listas de tormentas para el Pacífico Norte Oriental. En 1979 la Organización Meteorologica Mundial (OMM) y el Servicio Meteorológico de Estados Unidos (National Weather Service) incorporaron nombres alternos de hombres y mujeres.
Cada año, se prepara una lista potencial de nombres para la venidera temporada de huracanes. La lista contiene un nombre por cada letra del alfabeto, sin embargo, las letras Q, U, X, Y, Z no se incluyen debido a que pocos nombres empiezan con esas letras.
Estas listas son recicladas cada seis años y se reemplazan los nombres cuando el nombre de un huracán ha sido retirado.
Los nombres de huracanes muy destructivos se retiran, quedando en los registros históricos, y son sustituidos por otros que inician con la misma letra.
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