México/AFP
Jean Luis Arce / Yussel González
Acero, carne de cerdo y manzanas se cuentan en la lista de productos estadounidenses a los que México impondrá aranceles por un valor de casi 3.000 millones de dólares, como represalia a los de Estados Unidos al acero y aluminio, dijo el ministro de Economía mexicano.
«La lista construida por México claramente va a ese nivel, al nivel cercano a los 3.000 millones de dólares», dijo a periodistas el ministro Ildefonso Guajardo, destacando que el monto es «proporcional» al impacto de las medidas dictadas por Washington.
Las represalias suponen un revés al diálogo para la renovación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que ambos países junto a Canadá integran desde 1994 y que se renegocia a exigencia del presidente estadounidense Donald Trump.
En la lista de productos estadounidenses que serán gravados con tasas de entre 15% y 25% están quesos de cualquier tipo, rallado o en polvo, manzanas, arándanos y whisky, además del cerdo y las uvas y productos de acero y de aluminio como revestidos de aleaciones y tubos de perforación.
Guajardo precisó que los aranceles, que entraron en vigor este martes, se aplican a una combinación de productos de distintos sectores elegidos con el propósito de no dañar la competitividad de las cadenas productivas, reducir el impacto inflacionario y que no formen parte de la canasta básica.
«Uno de los criterios para la selección de la lista es minimizar lo más posible el impacto en la inflación… por eso la selección tan específica, por eso la diversificación entre sectores», afirmó.
Para productos como la pierna de cerdo, del que México es el principal comprador de Estados Unidos, Guajardo informó que ya se coordinó con el sector agropecuario local la apertura de cupos de importación para cubrir la demanda restante del año «que seguramente provendrá de Europa».
Explicó que para la carne de cerdo y el queso los impuestos se aplicarán de manera escalonada, con el fin de reducir la afectación sobre la industria local pero también sobre productores «aliados» en Estados Unidos.
Los gravámenes que anunció México como el de la carne de cerdo están destinados a sectores políticamente sensibles en Estados Unidos, donde está una parte de la base de votantes del presidente Trump, que depende de las exportaciones, han advertido expertos.
A pregunta expresa sobre si los aranceles han sido aplicados «quirúrgicamente» para afectar a estados que apoyan a Trump, Guajardo respondió: «ni niego ni confirmo».
Defiende acuerdo de tres
En tanto, el ministro se mostró en desacuerdo con que Estados Unidos negocie acuerdos bilaterales separados con México y Canadá, una posibilidad que ya fue puesta sobre la mesa por la Casa Blanca.
«Creemos que habría pérdida de valor si este acuerdo dejara de ser lo que hoy es y queremos que siga siendo: una integración trilateral en el continente», dijo Guajardo.
El funcionario sostuvo que los negociadores mexicanos del TLCAN «siguen trabajando» y están atentos a la convocatoria de una nueva reunión ministerial, sin precisar un lugar ni una fecha.
Confirmó además que México presentó el martes una demanda contra Estados Unidos ante la Organización Mundial de Comercio por los aranceles al acero y al aluminio, una medida que ya habían efectuado la Unión Europea y Canadá.
El gobierno mexicano se reserva la posibilidad de ajustar la lista de productos estadounidenses a las que se les incrementarán las tasas del impuesto general de importación, subrayó el ministerio de Economía en el comunicado publicado este martes el Diario Oficial de la Federación.
El ministerio estima además que las medidas arancelarias de Estados Unidos provocarán un caída en el precio del acero dado que ese país es el principal consumidor del mundo, así como un incremento sustancial de exportaciones de países proveedores de Estados Unidos a México.
Ganadores y perdedores
«Estos aranceles nos dan la oportunidad de crecer y de fortalecer a la planta productiva nacional», dice a la AFP Alejandro Ramírez, director de la Confederación de Porcicultores Mexicanos, un organismo que agrupa a 5.600 unidades de producción.
El arancel que anunció México a la carne de cerdo tiene un impacto importante pues casi el 90% de las compras que hace el país latinoamericano de ese producto provienen de Estados Unidos, su mayor socio comercial, según cifras oficiales.
Al mismo tiempo, es una medida políticamente sensible pues muchos de los productores estadounidenses son votantes del presidente Donald Trump.
Los porcicultores mexicanos han denunciado que el producto estadounidense llega al país a un precio muy bajo y que compite de manera desleal, por lo que esperan que el arancel les beneficie.
«El arancel cumple dos funciones. Uno, compensar el tema del acero y el aluminio y dos, compensar los precios bajos a los que se vende el producto», dice el directivo. «Somos el sector más activo en procedimientos antidumping».
En contraste con la postura de los productores mexicanos, entre los estadounidense hubo preocupación tras los aranceles de México.
«La cuota sobre las zonas rurales de escalar las disputas comerciales con socios importantes está aumentando. México es el mayor mercado de exportación de Estados Unidos, representando casi el 25% de los envíos el año pasado», dijo en un comunicado Jim Heimerl, presidente del Consejo Nacional de Productores de Cerdo estadounidense.
«Un arancel del 20% elimina nuestra habilidad para competir efectivamente en México. Esto es devastador para mi familia y para las familias productoras en Estados Unidos», agregó Heimerl, quien también es un productor de Johnstown, Ohio.
El directivo agregó que el sector es fuente de más de 500.000 empleos en las zonas rurales y que 110.000 están directamente relacionados a las exportaciones.