Ciudad de México/dpa
La selección mexicana de fútbol empató como local 1-1 ante su similar de Estados Unidos por la sexta fecha de las eliminatorias rumbo al Mundial de Rusia 2018, un resultado con sensaciones opuestas para ambos equipos.
Los goles del encuentro corrieron a cargo de Michael Bradley (minuto seis) por parte de los visitantes y de Carlos Vela (23’) por los locales.
México, a pesar de alargar su invicto en el proceso mundialista y de mantenerse como único líder del hexagonal de CONCACAF (Confederación Norte, Centroamericana y del Caribe de Fútbol), se quedó con las ganas de vencer a su clásico rival de la zona en el Estadio Azteca.
Los mexicanos viajaron ayer por la noche rumbo a Kazan, Rusia, donde disputarán la Copa Confederaciones.
Por su parte, Estados Unidos se llevó un punto valioso que lo mantiene en la pelea por un boleto directo a Rusia. Su entrenador, Bruce Arena, había dicho en la previa que el empate le servía a su equipo.
Los mexicanos encabezan la tabla con 14 puntos, seguidos de Costa Rica (8), que tiene un partido menos. Los estadounidenses mantienen el tercer lugar con las mismas unidades pero peor diferencia de gol. Panamá (6) se ubica en el repechaje.
Los visitantes sorprendieron con la agresividad de su planteamiento. A pesar de darle el balón a su rival y ordenarse en propio campo, Bobby Wood, Christian Pulisic y Michael Bradley salían disparados en el contragolpe.
Durante los primeros 20 minutos del encuentro, los estadounidenses fueron superiores a pesar de que la posesión del balón fue casi de manera exclusiva para los locales.
El primero en golpear fue Estados Unidos. En el minuto seis, Bradley anticipó un pase de Javier “Chicharito” Hernández que parecía inofensivo y, con México mal parado en el retroceso, picó el balón por encima del guardameta Guillermo Ochoa para marcar un golazo y poner a su equipo adelante en el marcador.
México pagó caras las ausencias de los defensas Rafael Márquez y Miguel Layún, además del mediocentro Andrés Guardado, todos por lesión.
El entrenador de la selección mexicana, el colombiano Juan Carlos Osorio, mandó una línea de cuatro defensores centrales. Oswaldo Alanís y Carlos Salcedo acabaron pagando por su lentitud en los laterales.
Con el 1-0 para Estados Unidos, el combinado mexicano se notó aún más ansioso que en el principio. Sin espacios para desplegar su velocidad, Hirving Lozano desapareció del campo, al igual que Marco Fabián.
El equipo de las barras y las estrellas imponía el ritmo del partido, siempre peligroso cuando Pulisic comandaba los ataques y Wood preocupaba a la línea defensiva.
Fue hasta el minuto 23 cuando el partido se emparejó por completo, después de una opción peligrosa de pelota parada donde el central estadounidense Omar González se perdió el 2-0.
Ochoa organizó un rápido contragolpe, Hernández eludió a su marca y dejó la pelota a Carlos Vela, que después de enganchar en dos ocasiones liquidó de zurda la portería de Brad Guzan para el empate.
A partir de entonces y hasta el final del primer tiempo, el encuentro dejó de tener un dominador: ambas selecciones intercambiaron golpes, pero todos ellos fueron inofensivos.
En la parte complementaria, el encuentro fue mucho más cerrado. Estados Unidos atacó cada vez menos, refugiado siempre cerca de su arco, esperando un contragolpe que nunca llegó.
Con el ingreso de Javier Aquino, México mandó a la gran parte de su equipo al ataque, pero los visitantes no tuvieron ningún despiste. El único ataque claro fue a través de un tiro libre que Héctor Herrera mandó al travesaño en el minuto 70.
Bradley respondió unos minutos después con un disparo de media distancia que pegó en el poste izquierdo de Ochoa. El partido estaba para que lo ganara cualquiera.
Pero los estadounidenses, cada vez más cansados y menos peligrosos, prefirieron cerrar un partido que México no supo dar vuelta. La impotencia de Lozano y Aquino por las bandas fueron el fiel reflejo del segundo tiempo.
Hernández, máximo goleador de la selección mexicana, tampoco pudo hacerse presente durante la recta final. En la suma total del partido, el 1-1 fue el resultado más justo por cómo se desarrolló el choque entre los combinados más importantes de CONCACAF.
La sexta fecha del hexagonal se completará mañana con los partidos entre Panamá y Honduras, así como la visita de Trinidad y Tobago a Costa Rica.