Por Jennifer Gonzalez Covarrubias/Manzanillo/AFP
El monstruoso huracán Patricia de categoría 5 se acerca este viernes a la costa oeste de México como el ciclón más poderoso que se haya registrado en América del Norte, viagra mientras
autoridades mexicanas se declararon en máxima alerta ante potenciales daños catastróficos.
En su reporte de las 15H00 GMT, el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC) detalló que Patricia registra vientos sostenidos de 325 km/h y es «el huracán más poderoso registrado por el NHC» tanto en el Pacífico como en el Atlántico norte con posibles efectos «catastróficos» cuando toque tierra en el oeste de México la tarde de este viernes.
«Ningún huracán de esta magnitud había impactado el Pacífico mexicano», escribió en su cuenta de Twitter el presidente Enrique Peña Nieto.
Patricia, en la máxima categoría de la escala Saffir Simpson y que podría cobrar más fuerza, se encuentra a 235 km al suroeste del puerto de Manzanillo (oeste) y a 345 km al sur de Cabo Corriente y se desplaza a 19km/h.
«Es un huracán devastador, el más grande que se ha podido registrar desde que se tiene la posibilidad de registrar huracanes y es por ello que hay tomar previsiones extremas», dijo a Radio Fórmula el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.
Las autoridades advierten que un huracán de esta magnitud es capaz de levantar automóviles, destruir casas que no estén cimentadas con acero, varilla y cemento y arrastrar a personas en las calles.
Se pronostica que el fenómeno toque tierra por la tarde en la costa central del estado de Jalisco, donde se encuentran centros vacacionales como Puerto Vallarta, pero debido a la amplitud del fenómeno sus efectos se sentirán desde el mediodía.
Según el Fondo Nacional de Desastres de Gobernación, unas 400.000 personas viven en la zona de impacto, pero se realizarán evacuaciones sólo en los casos más vulnerables.
Gobierno en «emergencia»
Ante la inminencia del embate de Patricia, el presidente Enrique Peña Nieto celebró una «reunión de emergencia» con su gabinete la madrugada de este viernes para analizar medidas a tomar antes y después del impacto.
«El objetivo primordial es cuidar la vida y la integridad de la población, frente a este fenómeno natural considerado como extremadamente peligroso», informó un comunicado de presidencia.
Osorio Chong dijo que en la zona del impacto se tienen previstos numerosos refugios anticiclónicos para recibir «a miles y miles de personas» de los estados de Jalisco, Colima y Nayarit, los mas vulnerables.
Las autoridades ya evacuaron numerosas poblaciones costeras, cerraron puertos de cinco estados, se suspendieron clases en zonas de riesgo y se ha exigido a turistas cancelar sus viajes.
Los poblados cercanos al volcán de Fuego de Colima también han sido desalojados ante el temor de que la ceniza acumulada en las laderas del coloso, con intensa actividad en las últimas semanas, pueda combinarse con la lluvia y desatar una devastadora avalancha.
Los turistas que se encuentran en los puertos vacacionales ya empezaron a ser trasladados a refugios en zonas altas, otros han sido enviados a la ciudad de Guadalajara y algunos han regresado a su lugar de origen, informó de su lado a través de Televisa el secretario de Turismo, Enrique de la Madrid.
Según la Conagua, tras tocar tierra Patricia perderá fuerza al chocar con la Sierra Madre Occidental, pero su remanentes húmedos desatarán lluvias que podrían intensificarse si se combinan con un frente frío afectando a gran parte del país, principalmente el norte.
Medidas preventivas
Los pobladores de la zona de mayor impacto tomaban precauciones desde la noche del jueves ante la cercanía del fenómeno protegiendo sus viviendas y comprando alimentos y agua potable.
En Manzanillo, el mayor puerto del estado de Colima, empezó a llover desde la noche y las ventanas de distintas construcciones ya se observan protegidas con maderas y cintas adhesivas cruzadas.
«Más vale prevenir que lamentar, los huracanes son impredecibles», comentó a la AFP Enrique Esparza, gerente del negocio El Gran Mueble, cuyo local está a 200 metros del mar.
Rosa Elba Figueroa, un ama de casa, salía de un supermercado con víveres en anticipación al huracán, incluyendo atún, leche en polvo, pan, agua y pilas.
«Sí nos sentimos preocupados (…) y aunque no pegue directamente aquí traerá mucha lluvia y mucho viento. Ahorita vamos corriendo a la casa a poner madera y cintas en la ventana», dijo Figueroa.
En la pequeña comunidad playera de Boca de Pascuales, unas 70 personas fueron trasladas a un albergue mientras otras 30 fueron a casas de familiares.
Por su ubicación geográfica, México es susceptible de ser golpeado entre mayo y noviembre por huracanes tanto en su costa del Pacífico como del Atlántico.
En 2013, mientras el huracán Manuel golpeaba por el Pacífico, la zona del Atlántico era azotada por el ciclón Ingrid, dejando ambos fenómenos 157 muertos y al menos 1,7 millones de damnificados.