Culiacán/AFP
Un millar de personas se manifestaron el domingo por segunda ocasión en menos de una semana en la mexicana ciudad de Culiacán (norte) para exigir la liberación del narcotraficante Joaquín «Chapo» Guzmán, capturado el 22 de febrero, reportó la secretaría de Seguridad Pública estatal.
Al menos un centenar de los manifestantes, la mayoría de ellos jóvenes, que exigieron también que Guzmán no sea extraditado a Estados Unidos, donde se le acusa de haber introducido varios cargamento de drogas, fueron detenidos bajo la acusación de faltas al orden público, añadió el reporte policial.
«¡No extradición, no extradición!» y «¡Chapo, Chapo!» eran algunas de las consignas que gritaban los manifestantes en la marcha, que se efectuó en principal avenida de Culiacán (estado de Sinaloa), considerado el bastión de Guzmán, quien era catalogado hasta su captura como el delincuente más poderoso del mundo.
«Que lo suelten porque si no vamos a morir de hambre; todos dependemos del narcotráfico», dijo a la AFP una de las manifestantes que prefirió el anonimato.
Otra mujer tenía escrito en su playera: exijo visita conyugal con el «Chapo», actualmente encarcelado en un penal de máxima seguridad.
La manifestación en la capilla de Malverde, considerado el ‘santo de los narcotraficantes’, en donde se congregaron unas 100 personas. Allí la policía realizó las primeras 20 detenciones.
Horas después, los manifestantes se reagruparon en la explanada de un templo y poco antes de caer la noche sumaban un millar de personas, que marcharon al centro de Culiacán -de 860.000 personas-, donde finalmente se dispersaron, añadió el reporte.
El miércoles pasado dos millares de personas efectuaron la primera manifestación en Culiacán para pedir la liberación de Guzmán tras ser convocados por medio de papeletas anónimas repartidas y lanzadas sobre la ciudad de Culiacán desde al menos un helicóptero.
La convocatoria de este domingo se realizó a través de redes sociales, en las que se aseguraba que a las personas que asistieran se les daría dinero en efectivo.
El gobernador de Sinaloa, Mario López Valdez, dijo tras la primera manifestación que fue una «sorpresa» ver el poder de convocatoria que tiene el capo capturado.
Guzmán, de 56 años, fue detenido el 22 de febrero en uno de los apartamentos de un turístico condominio del puerto de Mazatlán, en Sinaloa, donde se encontraba con su esposa y dos hijas pequeñas.
Tras la marcha del miércoles a favor del capo, editorialistas mexicanos recordaron que Joaquín «Chapo» Guzmán, fugado en 2001 de un penal de alta seguridad, era protegido por algunos de los habitantes de Sinaloa gracias a sus aportes económicos a las poblaciones más empobrecidas.
El sábado, un centenar de personas marcharon en Culiacán en protesta por la manifestación del miércoles a favor de la liberación de Guzmán.