México / AFP
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, negó el martes que sus fuerzas armadas tengan la orden de detener a los migrantes que estén cruzando la frontera con Estados Unidos, como parte de un reciente acuerdo con Washington para detener la ola migratoria de Centroamérica.
«No existe ninguna orden en ese sentido (…) no es esa nuestra función», dijo el mandatario en su conferencia matutina.
El fin de semana, una fotógrafa de AFP capturó el momento en que dos mujeres y una niña fueron detenidas por miembros fuertemente armados de la Guardia Nacional mientras intentaban cruzar el Río Bravo desde la mexicana Ciudad Juárez para llegar a la estadounidense El Paso.
Esa imagen causó indignación y encendidas críticas contra la política migratoria de México, que aseguraban que la detención de estos migrantes por parte de autoridades mexicanas constituye un muro invisible, en alusión a la amenaza del presidente estadounidense, Donald Trump, de hacer pagar a México por una nueva muralla fronteriza que frene la migración.
«No es así, es más que nada regular la entrada (de migrantes) en el sur. Si se dieron estos casos no es esa la instrucción que tienen, no es hacer esa labor», dijo López Obrador.
«Pudo haber sucedido, sin embargo no es ese el propósito», recalcó.
Estas declaraciones contradicen las del secretario de Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, quien fue consultado el lunes en una conferencia de prensa sobre si, además de interceptar migrantes durante su trayecto por territorio mexicano, los uniformados también procederían a detenerlos cuando intentaran cruzar la frontera con Estados Unidos.
El jerarca respondió que «sí».
A finales de mayo, Trump amenazó con imponer aranceles a las exportaciones de México si ese país no frenaba el flujo de indocumentados.
El 7 de junio, ambos países alcanzaron un acuerdo para suspender la aplicación de esos gravámenes, que estaban fijados para el día 10: Estados Unidos le dio a México 45 días para tomar medidas contundentes y luego otros 45 días para evaluar los resultados.
Así, México envió cerca de 15.000 uniformados a su frontera con Estados Unidos y unos 6.500 a su frontera con Guatemala, por donde entran los migrantes que son mayoritariamente originarios de El Salvador, Honduras y Guatemala.
«Estamos cumpliendo un compromiso que hicimos de identificar (a los migrantes) en la frontera sur, de hacer un registro», dijo López Obrador sobre las funciones de los uniformados desplegados.