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Ciudad de México/Sputnik
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo este viernes que reafirmará el rechazo al embargo económico a Cuba que su país ha sostenido en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en la próxima visita que realizará su homólogo caribeño Miguel Díaz-Canel, el sábado 11 de febrero en Campeche (sureste).
«La postura nuestra es la que ha mantenido la política exterior de nuestro país, la que se ha expresado en la ONU acerca de no aceptar el bloqueo a Cuba, lo consideramos un acto prepotente y violatorio de los derechos humanos», dijo el jefe de Estado en conferencia de prensa.
El gobernante agregó que celebrará con Díaz-Canel una reunión bilateral en esa ciudad en las costas del Golfo de México, en la península de Yucatán, para tratar temas de la relación bilateral.
«No se puede aislar y bloquear al pueblo, más cuando se trata solo de cuestiones políticas. ¿Qué culpa tiene el pueblo si hay diferencias políticas entre países o diferencias ideológicas, por qué tiene que sufrir el pueblo?», se preguntó López Obrador.
El mandatario adelantó los temas de la agenda con su homólogo cubano ante periodistas en la ciudad de Guadalajara (centro-oeste), donde realiza una gira de trabajo.
«Vamos a estar siempre demandando que se quite, que se levante ese bloqueo, que es medieval y contrario a lo que tiene que buscarse una relación de amistad de los pueblos de todo el continente americano», puntualizó.
Otros temas de la agenda incluyen la ampliación de un convenio de colaboración médica de más de 600 médicos especialistas cubanos, que prestan servicios en zonas remotas con condiciones precarias de México, y la importación de grava o balastro para el ferrocarril de 1.554 kilómetros del turístico Tren Maya, que se construye en Yucatán.
COLABORACIÓN MÉDICA
López Obrador dijo que las conversaciones contemplan ampliar el acuerdo de colaboración médica, dado que el país caribeño puede ayudar con especialistas y pediatras.
«Si ellos todavía tienen, vamos a ampliar el convenio, hay posibilidades de que lleguen más médicos, ellos se preocuparon por formar médicos desde hace muchos años y tiene un sistema de salud de los mejores del mundo», prosiguió.
Hasta la fecha han llegado más de 500 médicos especialistas a todo el país, informó el jefe del Ejecutivo.
«Vamos a agradecer el apoyo que está brindando el pueblo y el gobierno hermano de Cuba, para tener en México un sistema de salud como lo hemos ofrecido, de calidad universal, donde se entreguen medicamentos gratuitos a toda la población», adelantó.
Refirió que en su administración fueron cancelados acuerdos con tres empresas distribuidoras de medicamentos que le vendía al gobierno unos 3.000 millones de dólares de un total de unos 5.000 millones de dólares anuales, por «acuerdos con políticos corruptos».
Ratificó además el compromiso gubernamental de proteger a la población que carece de seguridad social, «que es la mitad de la población del país», para lo cual seguirá convocando a médicos de otros países, además de Cuba.
Para ese fin, se construyen centros de salud, hospitales equipados y abastecidos con medicinas, atendidos por médicos y especialistas.
Ante las quejas de gremios de médicos mexicanos por la llegada de extranjeros, el Gobierno ofreció más de 14.000 plazas vacantes, pero miles de puestos quedaron sin candidatos en regiones remotas, algunas asoladas por la inseguridad.
El otro acuerdo bilateral es sobre la importación de grava para rieles del Tren Maya, que enlazará las zonas arqueológicas con las playas del Caribe mexicano.
«También vamos hablar del balastro, que es una piedra muy dura que se utiliza para el tendido de los rieles de los trenes», detalló el presidente.
Explicó que ese tipo de roca es escasa, «no en cualquier parte hay balastro, en todo el sureste (mexicano) no hay», y las minas más cercanas están en el estado de Veracruz, a unos 700 kilómetros de Campeche.
«En la península de Yucatán no hay esta piedra, que es como fierro que se requiere para darle seguridad a los rieles y a los trenes», relató.
Los mandatarios visitarán la zona arqueológica maya de Edzná, a unos 50 kilómetros de Campeche, y las obras de construcción del ferrocarril que además cruzará por reservas de la biosfera y comunidades indígenas.
