Por Alina Dieste
Bogotá/AFP
Un integrante de la plana mayor de las FARC fue abatido en operaciones militares en el noroeste de Colombia, ailment informaron el martes las autoridades, and un golpe para esa guerrilla con la que el gobierno mantiene negociaciones de paz sin un alto al fuego.
Román Ruiz, jefe del bloque noroccidental de las FARC, encargado de finanzas y uno de los miembros del Estado Mayor Central de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), cayó el lunes en el marco de una ofensiva oficial que deja unos 40 rebeldes muertos en los últimos días.
Durante una operación conjunta entre las Fuerzas Militares y la Policía el lunes en el municipio Riosucio, en el departamento Chocó, «murió en combates Alfredo Alarcón Machado, alias Román Ruiz, máximo cabecilla del bloque noroccidental de las FARC e integrante del Estado Mayor Central», dijo el mayor general Leonardo Pinto, comandante de la VII División del Ejército.
«Además, murieron dos guerrilleros que aún no están identificados», agregó desde Medellín.
Según el Ejército, Ruiz era «coordinador de estrategia militar al norte del país» de las FARC, principal y más antigua guerrilla del país, con la que el gobierno de Juan Manuel Santos sostiene en Cuba diálogos de paz desde noviembre de 2012.
Pinto indicó que Ruiz llevaba unas cuatro décadas en las FARC, y este año había sido nombrado integrante del Estado Mayor Central de ese grupo rebelde, una instancia de dirección conformada por 31 jefes guerrilleros, ubicada por debajo de la cúpula del Secretariado.
«Contra alias Román Ruiz pesaban varias órdenes de captura por los delitos de terrorismo, rebelión, homicidio, secuestro y extorsión», indicó Pinto.
A Ruiz se le atribuyen varios atentados en el departamento de Antioquia (noroeste), así como la muerte de al menos 35 militares en distintos ataques, una masacre de 10 campesinos en el departamento de Córdoba (noroeste), y el sembrado masivo de minas antipersonales, entre otras acciones en los últimos 20 años, señaló Pinto.
«Un golpe muy duro»
«Es un golpe muy duro para las FARC», dijo a la AFP Ariel Ávila, investigador de la Fundación Paz y Reconciliación, especializada en el seguimiento del conflicto armado que vive Colombia desde hace más de cinco décadas.
Ruiz era una persona importante para las FARC porque manejaba las finanzas del bloque noroccidental, fundamental desde el punto de vista económico para la guerrilla, explicó el experto.
El guerrillero, que operaba en la zona del Urabá, convulsionada por el cultivo y tráfico de drogas, además de la minería ilegal, asumió la dirección del bloque Iván Ríos cuando su jefe, Isaías Trujillo, y su coordinador, Pastor Alape, partieron a La Habana como miembros de la delegación de paz de las FARC, informó Pinto.
Ruiz y los otros dos guerrilleros fueron ultimados en el remoto y selvático Chocó, en un operativo de la Fuerza de Tarea Conjunta Titán, que hasta diciembre era comandada por el general Rubén Alzate.
El secuestro de ese general por guerrilleros del bloque Iván Ríos provocó una fuerte crisis en el proceso de paz el año pasado.
A Ruiz, por quien se ofrecía desde 2012 una recompensa de unos 500.000 dólares, las autoridades colombianas ya lo habían dado por muerto en otro operativo hace casi un año, aunque a los pocos días se desmintió su fallecimiento.
Entonces, el presidente Santos había celebrado en Twitter la baja de Ruiz.
Las operaciones militares contra las FARC se han intensificado en los últimos días por orden del mandatario. En menos de una semana, sin incluir esta incursión en el Chocó, 34 guerrilleros murieron en bombardeos de las fuerzas militares: 26 el jueves en el departamento de Cauca (suroeste), y ocho el sábado en Antioquia.
Estos últimos ataques, considerados una respuesta al atentado de las FARC en Cauca en que murieron 11 militares a mediados de abril, llevaron a la guerrilla a suspender la tregua unilateral e indefinida que había comenzado en diciembre pasado como muestra de su compromiso con los diálogos de paz.
Las negociaciones con las FARC buscan poner fin a un conflicto armado de más de medio siglo, que oficialmente ha dejado al menos 220.000 muertos y más de seis millones de desplazados.