México/AFP
La migración de El Salvador, Guatemala y Honduras a México y Estados Unidos responde a escenarios de violencia e intento de supervivencia, por lo que debe afrontarse como una «crisis humanitaria», advirtió Médicos Sin Fronteras (MSF) en un informe.
La organización pidió a los gobiernos mexicano y estadounidense implementar «rápidamente» medidas de protección legal, como asilos, visados humanitarios y protección temporal para quienes huyen de la violencia en esos tres países, conocidos como el Triángulo Norte de Centroamérica (TNCA).
«La corriente migratoria procedente del TNCA no solo tiene raíces económicas: estamos hablando de una crisis humanitaria más amplia», destacó el estudio, titulado «Forzados a Huir del Triángulo Norte de Centroamérica: Una crisis humanitaria».
Según la organización, quienes huyen del TNCA debido a «los extremos niveles de violencia»son tratados en muchos casos como migrantes económicos en los países donde buscan refugio, lo que motiva un alto nivel de expulsión en comparación con el número de concesiones de asilo.
Sostuvo además que las «políticas de migración y asilo [de los gobiernos] ignoran las necesidades humanitarias de migrantes y refugiados».
El informe, basado en encuestas y datos de los programas médicos de MSF de 2015 y 2016, indicó que la gran mayoría de migrantes vive «un cuadro de violencia continuada», que comienza en los países del TNCA y se extiende por México, donde no tienen acceso a atención médica ni a la posibilidad de beneficiarse de medidas de protección efectivas.
En territorio mexicano, los migrantes y refugiados son víctimas de organizaciones criminales, en ocasiones con la aprobación tácita o la complicidad de las autoridades nacionales.
«Quedan sometidos a la violencia y a todo tipo de abusos -secuestro, robo, extorsión, tortura, violación- que, aparte de las lesiones y traumas inmediatos, pueden dejarles graves secuelas», abundó.
Un 68,3% de los migrantes y refugiados encuestados dijeron haber sido víctimas de violencia en el trayecto de México a Estados Unidos, y casi un tercio de las mujeres aseguraron que habían sufrido abusos sexuales.
MSF destacó que los controles migratorios, las detenciones y las expulsiones por parte de México y Estados Unidos «amenazan con empujar a más refugiados y migrantes a las redes de los traficantes de personas y de organizaciones criminales», y pidió cesar «de inmediato» las deportaciones sistemáticas de ciudadanos procedentes del TNCA.