César Ramírez
@caralvasalvador
La migración1 es el último recurso que poseen los pueblos ante la negación de su realidad en tierra original, no existe alternativa, porque las multitudes desposeídas viven en una prisión capitalista sin futuro, su vida por generaciones no tiene prosperidad, no existe movilidad social, ni ascenso educativo, mucho menos una democracia económica que les incorpore al modelo de la nación, así su reproducción capitalista está agotada.
He construido un cuadro:
“Aprehensión no ciudadanos por región y nacionalidad, Año Fiscal 2012 a 2021 El Salvador”
Fuente: 2021 Yearbook of Immigration Statistics Office of immigration Statistics
U.S. Department of Homeland Security Office of Immigration Statics Home Land Security
(Cuadro liberal de mi interpretación personal).
Como puede observarse la escala migratoria tiende a aumentar en forma geométrica, con la constante decisión de salir de la nación ¡a cualquier costo! en un panorama extremo e individual, no se toma en cuenta la administración política de Estados Unidos (Demócratas o Republicanos) ni la de El Salvador (Derecha, Izquierda o Populista) los números son elocuentes: 661,779.
Si agregamos un poco de historia mencionemos: “Los datos de las deportaciones de Estados Unidos hacia El Salvador entre el año 2004 y 2009 fueron de 219,251; en el año 2010 29,187; 2011 25,336; 2012 31, 174 y durante 2013 19,265, según varias fuentes y el Departamento de Seguridad Interna (DHS, en inglés), al que está adscrito ICE, (Departamento de Migración y Aduanas), así el total entre 2004-2013 es 324,213 salvadoreños.
En ese rubro: “Mientras tanto la ICE para el año (2014-2015) reveló “que entre el 1 de octubre de 2014 y el 31 de agosto de 2015 habían sido deportados 214,264 indocumentados, y de ellos 126,283 (equivalentes al 58.89%) tenía antecedentes criminales. “El resto, 87,981 (equivalente al 41,1%) no tenía antecedentes”, y además: “la proyección para los restantes 30 días del año fiscal 2015, estimada en 19,478, indica que al 30 de septiembre (fecha término del año fiscal 2015) la cifra alcanzaría los 233,742 deportados, un 27% menos que las deportaciones registradas en 2014 que sumaron 315,953” –Univisión-.
Son números que configuran una página escrita por compatriotas que no encuentran alternativa en ninguna circunstancia.
Mientras un elemento insospechado se ha instalado en el componente migratorio, los niños y niñas que viajan solos.
Como si fuera poco un tweet Embajada de EEUU en El Salvador “Más de 60,000 salvadoreños han sido detenidos por la patrulla fronteriza en lo que va del 2022: La frontera está y siempre ha estado cerrada a la migración irregular, una vez detenido será deportado a su país”. 27 de julio 2022
Entonces los números configuran nuestra tragedia, aunque quizás la palabra no atrape todo su contenido objetivo, si cada número relatara la historia de esas personas en su trayecto al Norte, nos colmaríamos de terror, en nuestras calles se escuchan narraciones de violaciones a mujeres y hombres, robos, abuso a niños y niñas, esclavismo sexual, asesinatos, abandono en el desierto, naves náuticas volcadas a propósito, muerte por asfixia en furgones olvidados, matanzas de los carteles mexicanos, desaparecidos, extorsiones a familiares desde la frontera de México con Estados Unidos, pérdida de custodia de niños por separación en la frontera, partos en campamentos fronterizos, intemperie en caminos y ciudades, ausencia de protección migratoria, convergencia de múltiples nacionalidades, hambre y sed por largos períodos, finalmente muerte por incendios en prisión para emigrantes.
Podemos culpar a los terroristas locales que siembran la muerte durante años, a los terremotos, el clima, al desamparo económico por años, a los países, a sus gobernantes, a las dictaduras, al sistema, a Dios etc. pero no podemos salir de esa tragedia, los siguientes diez años serán igual que los pasados diez años en el tema migratorio, nada puede contener al hambre que golpea a nuestras naciones, mientras las multitudes tocan la puerta a los países ricos, allá las naciones de primer mundo se embarcan en una guerra mundial, mientras acá se sueña con un empleo, allá piensan en elecciones y el comercio de armas… nosotros pensamos en una solución que no veremos, ni la verán las siguientes generaciones, por ahora y mañana viviremos en una condena perpetua al intentar la fuga al sueño americano.
La solución es la democracia (económica, política, educativa, social, educativa) y funcionen las instituciones, la constitución, sin corrupción…
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