Gloria Silvia Orellana
@SilviaCoLatino
“Es la noticia mundial en esta última semana”, dijo Pedro Landa, de ERIC, Honduras, al comentar que sus compatriotas que se desplazan hacia Estados Unidos en una “oleada” que comenzó con 300 personas y ahora sobrepasa las siete mil personas, son el reflejo del rechazo “al gobierno ilegal de Juan Orlando Hernández, impuesto por el gobierno de los Estados Unidos”, acotó.
Como ACAFREMIN, en su tercer encuentro, más de cincuenta organizaciones, movimientos sociales y pueblos ancestrales, lamentaron la situación que viven sus compatriotas que han salido del país, dejándolo todo por una promesa que será difícil de alcanzar. “Negamos categóricamente que esta movilización haya sido planificada con fines políticos, y condenamos la detención de Bartolo Fuentes, que ha sido un luchador no solo de los derechos ambientales, sino general y vemos las contradicciones lamentables, porque mientras las poblaciones acogen a los migrantes, los Estados los reprimen y el CA-4, que nos permite el paso libre, ahora existe un retén para impedir salir a los hondureños y eso es una abierta violación al tratado, así como las garantías que tenemos de libre circulación”, indicó.
“Venden un modelo de desarrollo que se ha impuesto en Centroamérica, que ha traído un retroceso social constante y el gobierno de los Estados Unidos dice que no quieren más migrantes, pero son los responsables históricos que haya pobreza en nuestros países. Y no hay país de Centroamérica que no haya sufrido la migración de su pueblo, y los pocos gobiernos decentes que se han tenido les han impedido ejercer su mandato”, expresó Julio González de Madre Tierra, Guatemala.
En el caso de Nicaragua, dijo Heisel Herrera del Centro Humboldt, la migración es una suma de acciones de represión que va unida a la marginación social, porque los gobiernos han favorecido más las inversiones financieras que las demandas sociales. “Cuando los territorios son entregados, ¿qué más tierra le queda a la población para seguir trabajando?, entonces la única salida que les queda es la migración. Y día a día, las transnacionales que llegan son norteamericanas y canadienses, quienes se mueven en la retórica de la expansión y opresión hacia los liderazgos de los pueblos indígenas y los afrodescendientes, que sufren de lleno toda la intromisión de la mano extranjera”, manifestó.