Telesur
La caravana internacional de migrantes que atraviesa el estado de Chiapas y procura llegar a Ciudad de México (capital) en busca de respuesta a sus pedidos de refugio, prevé retomar este jueves su avance hasta la municipalidad de Escuintla en alerta de que sus integrantes no sean interceptados por agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) y la Guardia Nacional.
A pesar de anteriores denuncias, migrantes reiteraron a medios locales que agentes del INM y la Guardia Nacional prosiguen con la práctica de detenerlos, aunque lleven amparos judiciales para transitar libremente por suelo mexicano, y deportarlos.
Refieren que los agentes literalmente cazan a quienes se quedan rezagados, mayormente mujeres y niños que se detienen a descansar luego de las exigentes caminatas.
Denominada Marcha por la Paz, la Justicia y por la Libertad de los Migrantes, la caravana cubrió este miércoles el tramo entre Huixtla y Tonalá bajo fuertes temperaturas.
El avance de los 4.000 caravanistas, en su mayoría centroamericanos, es lento debido a la presencia en el grupo de menores y mujeres embarazadas, y este miércoles atravesaron sin contratiempos una garita del INM en Huixtla.
Al respecto, la autoridad migratoria dio a conocer la víspera que otorgará tarjetas de autorizo a estas mujeres embarazadas por razones humanitarias.
Los migrantes refieren que abandonaron sus países debido al azote del desempleo, la violencia y los conflictos políticos. En primera instancia desean ser atendidos en la capital mexicana para obtener documentos y, con posterioridad, asentarse en México o cruzar a Estados Unidos.
De acuerdo con reportes de prensa, las exigencias de la marcha a pie ya se reflejan en los caravanistas.
Protección Civil de Chiapas y el INM difundieron a través de las redes sociales que brindan atención a numerosos migrantes debido a lesiones en los pies, deshidratación y otros problemas de salud.
Algunas fuentes cifran en 200 los infantes que van en la marcha, pero el activista del Centro de Dignificación Humana (CDH), Luis Rey García Villagrán, informó a la prensa local que estiman que en la caravana hay unos 1.250 menores. Agregó que el 70 por ciento de ellos son niños menores de siete años.