Tegucigalpa / AFP
Miles de docentes, médicos y estudiantes hondureños retomaron el jueves sus protestas contra medidas del gobierno que, según ellos, privatizan los servicios de salud y educación.
En diferentes regiones del país, los manifestantes convocados por la Plataforma de la Educación y la Salud a un «paro nacional» salieron a las calles a colocar piedras y palos y a encender neumáticos para interrumpir el paso de vehículos.
En la capital, unos 8.000 manifestantes salieron de la sede del Colegio Médico hacia el aeropuerto Toncontín, donde la policía les lanzó bombas lacrimógenas para detener su avance.
Envueltos en el humo de los gases, los manifestantes se dispersaron, pero algunos regresaron para lanzar piedras en la vía de acceso al aeropuerto. Posteriormente llevaron un camión cargado de tierra para vaciarlo en medio de la calle, interrumpiendo el paso.
Las protestas se extendieron a las ciudades de San Pedro Sula, El Progreso (norte), La Paz, Comayagua (centro), Copán (noroeste), Atlántida (Caribe norte), Olancho (este), Valle y Choluteca (sur).
Médicos y maestros exigen al gobierno derogar dos decretos aprobados por el Congreso para «mejorar» la educación y la salud.
Sin embargo, los dos gremios alegan que el gobierno de Juan Orlando Hernández pretende privatizar los servicios de salud y educación, así como promover despidos masivos en esos sectores.
Hernández leyó un acuerdo ejecutivo en el que asegura que los decretos «no contienen ni autorizan privatización o hacer despidos masivos en los sectores de salud y educación».
La presidenta del Colegio Médico, Suyapa Figueroa, respondió que su gremio «jamás» se doblegará «ante el discurso cínico de las autoridades».
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