Hong Kong / AFP
Más de 5.000 manifestantes, según la policía, se congregaban el lunes en el aeropuerto de Hong Kong, importante centro de transporte internacional, donde las autoridades decidieron cancelar todos los vuelos del día.
«La información que tenía antes de llegar era que en la terminal de pasajeros del aeropuerto había más de 5.000 manifestantes», afirmó Kong Wing-cheung, superintendente senior del departamento de relaciones públicas de la policía, en una rueda de prensa.
Kong dijo que las autoridades del aeropuerto, y no la policía, habían permitido que los manifestantes se reunieran en las salas de llegadas, pero acusó a los activistas de bloquear las salidas.
«Algunos de los manifestantes fueron a las salas de embarque impidiendo a los pasajeros acceder a las áreas restringidas y ejercer su libertad individual, como lo es abordar su vuelo», precisó.
– ¿Terroristas? –
El gobierno chino afirmó el lunes que había «signos incipientes de terrorismo» en las manifestaciones violentas a favor de la democracia en Hong Kong.
«Los manifestantes radicales de Hong Kong recurrieron en varias ocasiones a objetos extremadamente peligrosos para atacar a los policías, lo que constituye un crimen grave y revela signos incipientes de terrorismo», declaró en Pekín el portavoz de la Oficina de Asuntos de Hong Kong y Macao, Yang Guang.
Yang, quien la semana pasada había advertido que «quien juega con fuego muere quemado», aseveró que una «minoría minúscula» es un «grave desafío a la prosperidad y la estabilidad de Hong Kong».
El funcionario denunció que manifestantes han lanzado cócteles molotov a la policía.
Yang emitió esas declaraciones tras el décimo fin de semana de manifestaciones en la excolonia británica, donde miles de manifestantes desafían a la policía en las calles y muchos los enfrentan lanzándoles objetos, en tanto que los agentes les responden con descargas de gases lacrimógenos.
Los manifestantes exigen la renuncia de Carrie Lam, la jefa del gobierno local, cercana a Pekín y que su sucesor sea electo por sufragio universal directo, y no designado por Pekín, como ocurre en la actualidad.
El movimiento también reclama una investigación sobre la violencia policial, después de que se produjeran confrontaciones violentas en las manifestaciones y hubiera centenares de detenidos.