Por Virginie Goubier/Monica Davey
Oroville/AFP
Las autoridades levantaron la orden de evacuación en el área bajo riesgo por daños en una represa en el norte de California y las cerca de 200.000 personas afectadas podrán volver a sus hogares.
El departamento del sheriff del condado de Butte anunció que rebajó la «orden de evacuación» a «advertencia de evacuación» por el incidente de la represa de Oroville, cuyo embalse estaba desbordado por las últimas lluvias y los aliviaderos comprometidos generando la emergencia.
«Esta reducción permite a las personas regresar a sus hogares, retomar sus negocios, pero tienen que estar vigilantes», dijo el sheriff Kory Honea en una rueda de prensa.
«Miles de vidas fueron protegidas», añadió defendiendo la medida.
El sheriff publicó en Facebook la decisión que responde a «la reducción en los niveles de los lagos, inspecciones más profundas, trabajo en desarrollo para apuntalar el aliviadero de emergencia y los pronósticos del tiempo actualizados».
«Una advertencia de evacuación significa que la amenaza ha terminado pero que se mantiene el potencial para una emergencia y los residentes deben estar preparados», siguió.
Cuando se ordenó la evacuación se les dijo a los residentes de la zona que la represa podía colapsar en una hora.
«Sólo tuvimos una hora o menos de aviso para salir de allá. Tomamos cualquier cosa y salimos por la puerta. Sé que lo van a arreglar, pero no sé cuánto tiempo necesitarán. Esa es la pregunta», dijo a la AFP Patricia, una de las afectadas, que terminó en un refugio para 500 personas en el condado de Placer.
La represa de Oroville es la más alta de Estados Unidos, ubicada a 235 metros y terminada en 1968.
«Libro de texto»
El presidente Donald Trump aprobó el requerimiento que hizo el gobernador de California, Jerry Brown, para recibir fondos federales para asistir en las labores de emergencia.
La Casa Blanca informó en un comunicado que Trump «autorizó a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) y al Departamento de Seguridad Interna para coordinar todos los esfuerzos de asistencia a desastres que buscan aliviar la adversidad y el sufrimiento causado por la emergencia».
El portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, dijo más temprano que la coyuntura es un «libro de texto» sobre cómo «represas, puentes, rutas y todos los puertos del países están en mal estado».
«Para prevenir el próximo desastre seguiremos la visión del presidente de reparar la infraestructura de nuestro país que se cae a pedazos», indicó Spicer.
Por lo pronto, las autoridades siguen reduciendo el nivel del lago Oroville a la espera de nuevas lluvias este jueves, que no obstante, no serán tan fuertes como las pasadas.
El ritmo de liberación de agua es «razonable y sostenible», explicó Honea.
Unos 3.000 metros cúbicos de agua son drenados por segundo por el desagüe principal con el objetivo de llegar a los 259 metros de los 300 que activan la emergencia de desagüe.
Actualmente está en 268 metros, informó el Departamento de Recursos Acuáticos de California (DWR, por sus siglas en inglés).
Mientras, se cubre con rocas -llevadas en helicóptero- el aliviadero de emergencia para evitar que siga erosionándose y lleve a una catástrofe.
Ese desagüe fue activado el fin de semana por primera vez desde que la represa fue inaugurada tras identificar un enorme agujero en el drenaje principal.
Pero al poco tiempo comenzó a erosionarse, amenazando con romperse, desviar el agua hacia las ciudades del valle y generar una catástrofe.
Honea dijo no obstante que durante ese breve momento en que se cerró el aliviadero principal se pudo confirmar que no hay ninguna amenaza a su integridad.
Se estima además que se necesitarán al menos dos semanas para reparar los daños.
Tres organizaciones medioambientales –Friends of the River, Sierra Club y South Yuba Citizen League– denunciaron hace más de una década ante las autoridades federales y regionales que la represa no cumplía con los estándares de seguridad modernos y que, en caso de fuertes lluvias, podrían registrarse daños y poner vidas en peligro.