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Madrid/AFP
Miles de jubilados se manifestaron el jueves en varias ciudades de España atendiendo la convocatoria de sindicatos, para defender sus pensiones y reclamar que estas sean «dignas», constataron periodistas de la AFP.
Armados de silbatos y portando muchos de ellos el lazo marrón que identifica su causa, reclamaron al gobierno conservador de Mariano Rajoy un reajuste anual de sus pensiones de jubilación de acuerdo al nivel de la inflación.
Los precios al consumo se elevaron un 1,2% en 2017, pero el gobierno revalorizó las pensiones en un 0,25% anual desde 2016, luego de años de estancamiento por la crisis económica.
«Me da vergüenza que nos suban las pensiones un 0,25%», estimó José María Elías, un antiguo camarero de 66 años que aseguró recibir 950 euros mensuales, uno de los centenares de manifestantes que se congregaron frente al Congreso en Madrid.
Se llevaron a cabo otras protestas en Barcelona, Bilbao, Sevilla o Granada.
«Que todos los corruptos devuelvan lo que han robado y lo metan en la hucha (fondo de reserva) de las pensiones», aseveró Elías, en referencia a los múltiples escándalos de corrupción que han tocado al Partido Popular de Rajoy.
El gobierno, que implementó rígidas políticas de austeridad durante la crisis, es criticado duramente por la oposición por haber «vaciado» el fondo, que llegó a tener 66.000 millones de euros en 2011, reservado para los jubilados.
«Se han cargado (destruido) el sistema público de pensiones», denunció Josefa Albalá, de 77 años, que dijo que le ha dado «de comer» a su hija, desempleada y separada, gracias a su jubilación.
En una acalorada sesión en el Senado el martes, un senador del Partido Socialista acusó a Rajoy de querer «privatizar las pensiones».
Rajoy afirmó que la protección del sistema está en el tope de sus prioridades y estimó que será viable gracias a las contribuciones de los empleados, cuyos números aumentan en medio de la recuperación económica.
La débil tasa de natalidad en España (1,33 niños por mujer), una de las más bajas de Europa, provoca un envejecimiento muy rápido de la población que reducirá los ingresos del sistema.
Sin un cambio de fondo (inmigración, natalidad), cerca de 25,6% de los habitantes tendrán más de 65 años para 2031 en España.
