Santiago de Chile / Prensa Latina
Miles de personas marcharon en esta capital, en silencio y la mayoría vestidas de negro, para rendir homenaje a las víctimas de la represión y denunciar las violaciones de derechos humanos en el país.
La demostración de protesta se efectuó en el día en que se cumplen tres meses del estallido social que generó un movimiento social sin precedentes en rechazo a las políticas neoliberales del gobierno de Sebastián Piñera y en reclamo de profundos cambios que mejoren la vida de los chilenos más humildes.
Muchos de los participantes en la llamada Marcha contra la represión del sábado, se congregaron en la plaza de la Dignidad, centro de todas las protestas durante los últimos 90 días, desde donde avanzaron por la Alameda hasta el palacio de La Moneda.
Allí los miles de asistentes levantaron el puño izquierdo y se taparon un ojo con la otra mano, en muestra de homenaje a las más de 450 personas que han sufrido graves lesiones oculares por el impacto de perdigones y que se han convertido en el principal ejemplo de la desmedida represión policial contra los manifestantes.
Aunque la marcha se efectuó en completo silencio, tras llegar a La Moneda los participantes comenzaron a corear consignas pidiendo la renuncia del presidente Sebastián Piñera y El pueblo unido jamás será vencido, entre otras.
La movilización fue convocada por un amplio grupo de organizaciones, entre ellas la Central Unitaria de Trabajadores, el Colegio de Profesores, la Coordinadora de Víctimas de Trauma Ocular, las agrupaciones de Familiares de Detenidos Desaparecidos, y de Familiares de Ejecutados Políticos y la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios.
El objetivo de los organizadores fue llamar la atención y promover la reflexión en la sociedad chilena sobre la estrategia represiva utilizada por el gobierno de Piñera y ejercida por el cuerpo de Carabineros de Chile, con reiteradas violaciones de derechos fundamentales y constitucionales de la población.
Precisamente hoy, se conoció que a lo largo de estos tres meses la cifra de heridos por la represión sobrepasa los tres mil 600, de ellos más de 450 con graves lesiones en el rostro, incluso decenas con la pérdida de uno de sus ojos, según reportes del instituto Nacional de Derechos Humanos.
Al respecto, Marta Valdés, presidenta de la organización Víctimas de Trauma Ocular y asistente a la marcha, denunció que en lo que va del presente mes ya se reportan siete casos de lesiones de ese tipo por lo que la represión sigue siendo la misma, y reclamó la renuncia del general Mario Rozas, director del cuerpo de Carabineros.