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@SilviaCoLatino
Cansados por el calor y el largo caminar, pero con sus rostros victoriosos, los peregrinos y peregrinas caminaron este domingo los últimos quince kilómetros para llegar a la “Cuna del Profeta” y cumplir así con la misión que se encomendaron tres días antes: rendir tributo a Monseñor Oscar Arnulfo Romero, en el centenario de su nacimiento.
A este peregrinar se unió una caravana de autobuses, vehículos particulares con feligreses de diferentes parroquias y diócesis del país, que coparon desde el desvío de Moncagua y Chapeltique, por un aproximado de siete horas, y más de diez kilómetros de distancia, para llegar a Ciudad Barrios a la celebración de la Misa Solemne en honor a Monseñor Oscar Arnulfo Romero, quien cumple mañana cien años de su nacimiento.
Ana Arévalo vino de Ciudad Delgado, con su familia, en un vehículo alquilado, están cansados por el calor que provoca el sol de las diez de la mañana, y solo le preocupa la misa que estaba programada a la una de la tarde, en el atrio de la iglesia San Pedro Apóstol.
“Yo sé que este calor nos está deshidratando, pero solo imagínese la gente que va peregrinando y llevan tres días… no, es que esto lo estamos haciendo por Monseñor Romero que siempre estuvo con los pobres, entonces tenemos que llegar y estar con él ahora”, comentó. El tráfico a vuelta de rueda es tan intenso que muchas personas comenzaron a bajar de los autobuses y comenzaron a caminar hacia Ciudad Barrios, decisión que tomaron también las altas autoridades de la Iglesia Católica salvadoreña, y se evidenció cuando bajaron de sus vehículos el enviado especial del papa Francisco, Cardenal Ricardo Ezzati, acompañado del Nuncio Apostólico León Kalenga y el Arzobispo de San Salvador José Luis Escobar Alas.
“Me alegra inmensamente ver que la peregrinación se ha hecho justamente desde esta perspectiva de fraternidad”, dijo Cardenal Ezzati.
Mientras, el Arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas dijo: “Esto habla del amor a Monseñor Romero, pero además la esperanza, el entusiasmo y la vida misma del cristianismo que es la fe por Dios”, indicó.
El grueso de los feligreses que llegaron en sus vehículos ingresaron a las tres de la tarde y la misa solemne se programó para las cuatro de la tarde, bajo la tutela del Cardenal Ezzati quién destacó en la homilía la humildad, la fe y santidad de Monseñor Romero.
“Para caminar necesitamos del agua que es la fuerza que viene del espíritu de Dios , y para caminar juntos necesitamos también de la fuerza que viene de la comunión del aliento que da el consuelo de la compañía de tantos hermanos y hermanas”, predicó Ezzati. Matías Román, originario de Santiago de María, aseguró que este paso que ha dado la Iglesia Católica salvadoreña con la peregrinación, cumple con los requisitos de devolver un agradecimiento a un Pastor que estuvo cerca de los más pobres, antes que colaborar con los poderosos del país.
“El tuvo la entereza y la valentía de dar su vida por nosotros cuando fuimos reprimidos, tuvo el valor de denunciar la miseria en que vivíamos y por eso lo mataron; ahora nos toca a nosotros devolverle nuestro cariño por la fe, que siempre tuvo él, con la palabra de Dios. Porque sí fue un hombre Santo, humilde y bueno, esos son los recuerdos que nos quedan a nosotros”, concluyó.
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