Alma Vilches
@AlmaCoLatino
La Red Centroamericana por la Defensa de las Aguas Transfronterizas (RedCAT), la Red Eclesial Ecológica Mesoamericana (REMAM) y Cáritas El Salvador se mostraron preocupadas por el proyecto minero Cerro Blanco, en el municipio de Asunción Mita, departamento de Jutiapa, Guatemala, ya que aumentará la inequidad y deuda ecológica de los países, pues se invisibiliza la contaminación minera.
El presidente de Cáritas El Salvador, monseñor Samuel Bolaños, dijo que la amenaza de contaminación por la mina Cerro Blanco no es solo para el pueblo guatemalteco, sino también es un efecto cascada por el vaciado del agua que llegará a El Salvador, pues el proyecto se localiza en la cuenca Ostuma, Guija y Lempa, de vital importancia para el sustento de las familias.
“Reconocemos la soberanía de Guatemala, pero también le pedimos el respeto a la soberanía de nuestra agua, aire y tierra, el gobierno de Guatemala debe pensar en la complejidad y amplitud, ya que esas aguas siguen repartiendo veneno a lo largo del trayecto cuando entren a nuestro país”, indicó Bolaños.
Asimismo, pidió al gobierno salvadoreño que intervenga más definidamente sobre el tema, porque ha existido poco pronunciamiento y diálogo con Guatemala acerca del problema.
Los daños directos más graves se evidencian en el suelo y subsuelo, mediante su acidificación por los diferentes minerales que la industria minera vierte en estos; en las aguas subterráneas y superficiales, generando, además, contaminación atmosférica y acústica.