@SilviaCoLatino
Edgardo Mira, activista del Centro de Investigación sobre Inversión en Comercio (CEICOM) y la Red Centroamericana en Defensa de las Aguas Transfronterizas, señaló que ningún gobierno del área centroamericana debería considerar como actividad económica la explotación de minería metálica, si la pretensión es proteger la vida de la población y resguardar el medio ambiente, con esas valoraciones habló de los retos para El Salvador, en exclusiva para Diario Co Latino.
– ¿Qué lectura realiza con la visita a este proyecto minero?
Aquí, junto con CÁRITAS El Salvador, se pensó en la necesidad de realizar una visita de campo a un proyecto minero y escogimos la Mina San Andrés, primero, por la cercanía con nuestra frontera; segundo, lo que ha implicado este impacto en las comunidades; y tercero, tras esta experiencia qué haremos nosotros, cuando vemos estos desastres que son ambientales, que son tan impresionantes que ratificamos de inmediato que este lugar ha sufrido un desastre ambiental.
– ¿Cómo afecta al país si contamos con una Ley de Prohibición de la Minería Metálica?
Por supuesto que nos satisface haber logrado que en El Salador se prohibiera la minería metálica por ley, pero esto nos convoca a seguir luchando tal como está estipulada en todos sus términos que nos invita a decir NO a la minería metálica en el ámbito general.
Y no podemos perder de vista, sobre todo, la minería que tiene que ver con las zonas fronterizas donde nuestros países ratifiquen o se declaren libres de minería metálica y trabajar mejor en el espíritu de una integración desde lo socio ambiental. Que apuesten a garantizar la vida, a defender la naturaleza y convertirse en factores de reproducción de toda la vida, incluyendo la humanidad.
Estoy impresionado con esta mina, ya habíamos visto proyectos mineros en otras zonas de Centroamérica pero este impacta y ratifica nuestra voluntad de luchar y esto tiene a la base la defensa de nuestro territorio de la vida en El Salvador, pero también queremos hacerla trascender a nivel de Centroamérica.
– ¿Cuánto peligro existe en proyectos mineros y aguas transfronterizas?
Definitivamente debo decir que es una realidad, porque hoy por hoy estamos asistiendo a un proceso de aceptación que la calidad y cantidad de las aguas transfronterizas es un equilibrio delicado, a partir de las diversas actividades económicas que ahí se realicen.
Entre las actividades agrícolas el uso extensivo de agrotóxicos que también afectan la vida de las personas y por tanto, también el medio ambiente; luego los proyectos mineros que se encuentran en las zonas fronterizas, ahí tenemos la mina del Cerro Blanco (Asunción Mita, Guatemala) es uno de esos proyectos mineros que aunque no están activos, permanecen ahí, como amenaza latente y puesto que están en las fronteras, es fácil leer que significaría un gravísimo daño para las aguas en El Salvador y estamos hablando del río Lempa, el río Ostua, el río Paz y el río Sumpul, es decir, hay que situarnos aquí, en las minas San Andrés y considerar lo que podría suceder si estos proyectos mineros se llevaran a cabo.
– ¿Cómo concienciar al pueblo y gobierno de esta amenaza?
Es para Cáritas El Salvador, CEICOM y otros colectivos sociales, fundamental, y en este caso no solo los salvadoreños, sino los centroamericanos luchar para que haya efectivamente un acuerdo entre los países de la región que apunte a un manejo que nosotros llamamos sustentable sobre las aguas transfronterizas.
Que significa en primer lugar adoptar compromisos, que apunten a la regulación y control de todas las actividades económicas que se realizan en la zona y mucho más, si efectivamente están dañando el agua. Este acuerdo regional lo visualizamos como un -Tratado de Aguas Transfronterizas- , y que estamos poniendo en discusión en las diferentes instancias y nos hemos reunido con Cancillería de El Salvador y podemos decir, que esto avanza.
– ¿Qué conocimiento tienen del Reglamento de la Ley de Prohibición de la Minería Metálica en el país?
Esto es un desafío, el tema de la aplicación de la Ley de Prohibición de la Minería Metálica, debo decir que desgraciadamente ese reglamento ya está elaborado y aprobado por el Ejecutivo, que ha sido ratificado por el Presidente de la República Salvador Sánchez Cerén, pero es un reglamento algo incompleto, y lamentablemente no tomó en cuenta a ninguna de las voces que hemos estado en la lucha anti-minera, pese a que la Mesa Nacional frente a la Minería Metálica de El Salvador propuso ser parte de la formación de ese reglamento, pero fuimos ignorados.
– ¿Cuáles son los obstáculos?
La lectura que hacemos nosotros es que ese Reglamento no identifica a una aplicación efectiva y tenemos nuestras dudas de ese marco jurídico y lo hemos hecho ver, sinceramente nos gustaría que se reformulara para enfrentar los desafíos ¿Cuáles son esos desafíos?, el primero, es el tema del cierre adecuado de aquellos proyectos mineros que se realizaron en El Salvador.
Sobre todo los del siglo pasado y particularmente del Cerro San Sebastián, departamento de La Unión, que se debe atender de manera integral lo relativo a la transición o reconversión de las personas que se consideran güiriceros (mineros artesanales) para que efectivamente se dediquen hacer otra actividad económica y no dependan de la minería y por lo tanto, podamos cancelar y cerrar definitivamente el capítulo de la minería artesanal en el país.
– ¿Qué más se necesitaría para efectivizarla?
La ley debe apostarle a efectivizar para decirlo de alguna manera, el liderazgo de las autoridades de gobierno y aquí está planteada la intervención de los ministerios de Medio Ambiente y Economía, que queremos que tengan un liderazgo fuerte para aplicar el reglamento. En ese marco nosotros creemos que este nuevo cuerpo legal no se puede ver como otras leyes que no se aplican y no pasa nada, pero el caso acá, es adaptar una serie de medidas para su verdadera implementación al corto y mediano plazo ¿Por qué?, vamos a ser sorprendidos por las grandes trasnacionales mineras o por los mismos güiriceros.
Nuestra realidad, nuestra experiencia con las mineras ha sido que aparecen como compradores y no como mineros del producto que obtienen a través de los güiriceros. Y entonces, ellos aparecen sin ninguna responsabilidad que llegan a extraer materiales en las minas, tenemos que tomar en cuenta, todo esto para no quedar una buena ley, pero sin ninguna aplicación efectiva.
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