Gloria Silvia Orellana
@DiarioCoLatino
“El 90% de los cuerpos de agua de El Salvador están contaminados, entonces, la minería metálica vendría a ser el tiro de gracia que este país recibiría”, dijo Héctor Aguirre, gerente general de la Mancomunidad Trinacional Río Lempa, en reacción al anuncio presidencial de la posible derogación de la Ley de Prohibición de la Minería Metálica.
Las organizaciones que integran la Red Trinacional por el Rescate del Río Lempa, sentaron su posicionamiento sobre la posible reactivación de la minería en El Salvador, por considerar las “graves implicaciones” que traerá la industria minera y en especial en la protección y gestión del agua en el país.
“El desarrollo de El Salvador no puede estar sustentado en la industria de la minería metálica, tenemos datos de investigaciones que sustentan y fundamentan la posición de todas las organizaciones que estamos en la Red Trinacional por el Rescate del Río Lempa”, afirmó.
“Estamos hablando de información (2019) que teníamos apenas el 9% de cobertura forestal a nivel de bosque primario. Y si sumamos al bosque cafetalero y otros tipos de bosques llegábamos con suerte al 30% de cobertura forestal, y son datos del MARN, esto implica que el 70% restante estaba deforestado y actualmente ¿cuánto más será?”, acotó Aguirre.
Aguirre señaló que el país tiene una densidad de casi 309 personas por kilómetro cuadrado, que, al compararlo con otros países, en Norte América, la población es de 22.4 personas por kilómetro cuadrado y 45 personas por kilómetro cuadrado a nivel mundial.
“Queremos comentar también que, en lo relacionado con la contaminación de los recursos hídricos, contamos con estudios que hasta la Mancomunidad Trinacional del Río Lempa y otras organizaciones, dan cuenta que este es un país con estrés hídrico a nivel centroamericano”, agregó.
Esto es parte de las contradicciones del Estado salvadoreño, por un lado, quiere mostrar interés por el medio ambiente, por eso la Asamblea Legislativa firmó un fideicomiso para el Río Lempa, por un mecanismo de canje de deuda, y ahora está la posibilidad de la derogación de la Ley de Prohibición de la Minería Metálica, cuestionó Aguirre.
No existe una minería verde o responsable
Para Nancy Franco, representante de la Fundación Paz al Mundo y coordinadora del Proyecto Rescatemos el Río Lempa, señaló, que son una red diversa de la sociedad civil de mujeres, juventudes, academia y la iglesia, que apoyan los movimientos ambientalistas en pro del país. Por lo que, reiteran que la minería verde o responsable es inexistente.
“Estamos compuestos por 40 organizaciones en diferentes ejes de trabajo en el rescate de las aguas del río Lempa, y ante la posible reactivación de la prohibición de la minería, expresamos nuestra preocupación por las graves implicaciones que tendría en la gestión de la cuenca hídrica del río Lempa”, reseñó.
El río Lempa es una fuente esencial de agua dulce para millones de personas en El Salvador, Guatemala y Honduras. El Salvador, en el 2017, se había convertido en uno de los pocos países que prohibieron la minería metálica, impidiendo la extracción y procesamiento de los minerales metálicos, y ahora se agrava con la posible reactivación minera, añadió Franco.
La coordinadora del Proyecto Rescatemos el Río Lempa enfatizó la gravedad del “uso de químicos tóxicos como el cianuro y el mercurio”, que fue la realidad del impacto que llevó a las comunidades a reaccionar con la resistencia activa en las riberas del río Lempa.
“Esto contribuyó a la aprobación de la Ley de Prohibición de la Minería, en 2017, y con los estudios técnicos y científicos de medio ambiente y salud humana, consideramos importante visualizar que esto no tiene que ver sólo como parte de la economía, sino el impacto que tiene esta industria en el medio ambiente, los años de contaminación y las enfermedades que va a generar”, reiteró Franco.
Asimismo, destacó la importancia estratégica de la cuenca del Río Lempa, considerada la más importante de Centroamérica, ya que proporciona agua potable, riego agrícola, generación de energía eléctrica y otros servicios ecosistémicos.
La cuenca del Lempa se extiende por Guatemala, Honduras y El Salvador. En el país abarca aproximadamente el 56% de la superficie del territorio nacional, que coincide con el “cinturón de oro” salvadoreño.
Exploración minera constituye un atentado a la salud
Oscar Lemus, técnico de la Unidad Ambiental de la Universidad de El Salvador (UES), reiteró que los estudios técnicos y científicos que han venido realizando a lo largo de los últimos años, dan cuenta de la situación ambiental precaria del país.
“En la ley nos dice que la exploración y explotación minera constituye un atentado a la salud de la población, y pone en peligro los recursos agua, suelo, bosque y aire, debido a la incidencia de sustancias tóxicas como el cianuro”, dijo.
“Por esto nos extraña que primero celebramos los fondos para restaurar el río Lempa, y ahora vemos como se amenaza la subsistencia y la sostenibilidad de la cuenca. Antes que nos preocupa la amenaza que se cernía con el Cerro Blanco, en Guatemala con sus vertidos tóxicos y ahora estamos dejando abierta la puerta no sólo para impactar la diversidad sino también la vida humana misma”, afirmó Lemus.
Sobre la explotación minera en las áreas definidas como el cinturón de oro, Lemus añadió que estas tendrían un impacto directo en la cuenca, como la deforestación, reducción de cobertura vegetal que es esencial para la captación de agua y la sobreexplotación de los recursos hídricos.
Prohibición de Minería Metálica es un logro de las comunidades
Amalia López, del Movimiento Ecofeminista de El Salvador, reiteró que el logro de la Ley de Prohibición de la Minería Metálica es el logro de una sociedad civil organizada que comprendió el grave riesgo de permitir la explotación industrializada de la minería en el país.
“Recordemos que fueron las personas quienes se desplazaron al departamento de La Unión (San Sebastián), allí todos fundamentaron sus temores y decidieron que eso no querían en su territorio. Y todavía pueden verificar que el drenaje ácido circula en ese río que quedó inutilizable”, expresó.
“Por eso creemos que la actual legislatura no debería obviar, que ese consenso que se logró en el 2017, sigue vigente y así lo demuestran las encuestas (UCA/UFG), en donde la gente está de acuerdo toda la población que el agua es un bien necesario para la vida, para el desarrollo de las personas y, por tanto, debe ser cuidada”, sostuvo López.
López aclaró que los vertidos tóxicos de la actividad minera podrían comprometer la disponibilidad de agua “limpia y segura”, lo que traería un alto riesgo de disponibilidad del recurso hídrico y la sostenibilidad de los medios de vida de la población.
“El Salvador sigue estando más cercano en el estrés hídrico a nivel centroamericano, tenemos alrededor de 309 personas por kilómetro cuadrado, entonces, cualquier proyecto industrial va a afectar a la gente, va a desplazar gente y las comunidades que lucharon por 12 años antes que se aprobara la ley que prohíbe la minería serán las primeras desplazadas”, recordó.
“Cuando se abre una mina se necesita alrededor de 15 kilómetros cuadrados, para abrir el primer agujero, sólo eso será el primer desplazamiento. Entonces, la legislatura actual estaría en contra de la decisión que tomamos los salvadoreños de no a la minería y que seguimos apoyando”, reafirmó López.
La Red Trinacional por el Rescate del Río Lempa reafirmó su compromiso con la “defensa del agua”, y que se garantice el derecho humano al agua, un bien común y esencial para la vida y el desarrollo sostenible.
Por tanto, consideran que la posible derogación de la Ley de Prohibición de la Minería Metálica en El Salvador representaría un retroceso significativo en los esfuerzos en la protección del agua y los ecosistemas acuáticos de la región.
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