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El Ministerio de Salud realiza, desde el lunes pasado en espacios públicos, pruebas de PCR, para confirmar o descartar casos de COVID-19, en el monumento a el Salvador del Mundo. Fue impresionante, desde tempranas horas del lunes, y de ayer martes, la cantidad de gente interesada en la prueba.
Algunas de las personas relataban que un vecino o alguien cercano había estado contagiado con la nueva enfermedad, y que necesitaba saber si había adquirido o no. Otros decían que de sus trabajos los habían mandado para garantizar que estaban sanos o si tenían el virus.
Sin lugar a duda, a escala nacional, mucha gente espera con ansias que les llegue la oportunidad de realizarse la prueba, en ese sentido la demanda hacia el Ministerio de Salud será grande, pero debe continuar, pues en la medida en que se realicen esas pruebas se detectarán más casos y, con ello, tomar las cuarentenas voluntarios para evitar una cadena de contagios.
Este martes, según datos oficiales, El Salvador registró 15,446 casos de COVID-19, 417 personas fallecidas, 7,126 casos activos y 7,903 casos recuperados. Estos datos, sin lugar a duda, son alarmantes. Sin embargo, de ciudad en ciudad se comenta de la muerte de alguien conocido, y que fue enterrado con los protocolos de COVID-19, otros dicen que estuvieron largo tiempo con cierto tipo de síntomas y que se recuperaron, sin saber si tuvieron o no el nuevo coronavirus. Algunos de estos pacientes, por estar bien informados, seguramente no contagiaron a nadie al tomar las medidas propias en estos casos como la cuarentena, otros, se curaron, pero como no sabían si era coronavirus, no tomaron las medidas estrictas y, seguramente, han contagiado a otros, siguiendo así la cadena de contagios.
Por lo anterior, y ante la falta de una cuarentena obligatoria, sugerimos que era necesaria una gran campaña de orientación. Por ejemplo, cuánto tiempo tiene que mantenerse una persona en cuarentena, una vez que los síntomas hayan desaparecido, y que por no haber tenido la oportunidad de someterse a una prueba de COVID-19 nunca supo si la tuvo o no, pero, en tiempos de pandemia, debe asumirse que sí.
En fin, tantas inquietudes que pueden despertar también entre la población, y que una buena y extensa campaña informativa y orientadora puede servir, sobre todo, en estos momentos de masificación de los contagios. De acuerdo con epidemiólogos, El Salvador no ha alcanzado aún su punto más elevado de contagio, lo que debe llevar a las autoridades de Salud a hacer una propuesta a la población.
El epidemiólogo Carlos Gamero manifestó, la mañana del martes, que “en este momento tenemos una transmisión acelerada, sostenida, a nivel exponencial a través de todo el territorio nacional, prácticamente, no es lo que quisiéramos tener ni lo que esperaríamos, si se hubieran sostenido las medidas que se venían implementando”. Para el especialista lo más adecuado sería aplicar medidas de supresión de movilidad por lo menos de 28 días, es decir, cuarentena obligatoria, que constituye casi dos ciclos de incubación del coronavirus, para poder desacelerar la pandemia.
Claro, si no es posible una cuarentena, dado que el Ejecutivo no se pone de acuerdo con el Legislativo, lo ideal es que el Ministerio de Salud busque un plan “B”. Aunque, la Asamblea aprobó, hace un mes, un decreto que incluye acciones que el Ejecutivo podría aprovechar para poner en marcha otras medidas para combatir la pandemia. Mientras que otros epidemiólogos han propuesto que se haga un plan para abordar la pandemia desde el modelo focalizado.
Este enfoque no lo comparte el Gobierno, pues, dice que “no servirían para nada”. No obstante, debería valorarse. Y mientras el Ejecutivo y el Legislativo no se ponen de acuerdo para diseñar otros mecanismos para enfrentar el COVID-19, esperamos que el Ministerio de Salud no deje de hacer las pruebas en los lugares públicos, para que la población beneficiada salga de la incertidumbre.
