Licenciada Norma Guevara de Ramirios
Levantarse y mirar a lo alto, mirar hacia adelante con responsabilidad es lo que corresponde al pueblo organizado y en particular al movimiento político de izquierda, que ha sido capaz de cambiar el rostro de nuestra nación, el FMLN.
El golpe ha sido duro al obtener el resultado electoral más bajo de la historia, pero el FMLN es más que una organización política que participa en elecciones, es una fuerza con arraigo en las batallas pasadas que este país ha librado a lo largo de las últimas décadas; es la síntesis de luchas sociales, clandestinas, guerrilleras, diplomáticas, de gobiernos que transformaron vidas, espacios y comunidades y en todo ello existen los móviles para afrontar con dignidad y como verdadera fuerza opositora a un gobierno cuyos funcionarios anunciaron el propósito de aniquilar al FMLN.
Mirar hacia adelante significa visualizar los efectos de la decisión popular de concentrar el poder en manos de un presidente con vocación de dictador, que en poco tiempo ha sido capaz de asaltar la hacienda pública y disponer de ella como si fuera dueño de finca, sin observar las leyes existentes ni rendir cuentas, conducta que con los resultados electorales a su favor, se expresará con más fuerza.
Ver hacia adelante significa reunir toda la fuerza real con la que cuenta la organización y junto a ella analizar los escenarios que se vienen como consecuencia de una realidad económica, social, institucional, financiera, para el país; situación que ya es grave, y lo será más, por la vocación de abuso que sabemos tiene el actual mandatario.
Mirar hacia adelante es prever que los efectos de un gobierno así, dañarán al pueblo, a los sectores más humildes, que por ahora tiene esperanza en ese gobierno, que cree que el tiempo que viene será mejor, pero que con los hechos, se dará cuenta pronto de una realidad dura, de la medicina amarga pues que anunciara el 1 de junio de 2019 el propio presidente. Ese es el escenario en el que tocará luchar junto al pueblo.
Porque no hay cambios mágicos, aunque los demagogos los ofrezcan y parte de la gente los deseen o los crean, el escenario que viene es de lucha para defender la capacidad de alimentar a la familia, curar enfermedades de niños, adultos mayores y de la gente en general, el escenario será de las dificultades de educar a niños y jóvenes, defenderse de la creciente delincuencia y más aún, defenderse de las mentiras y escaparse de los escenarios circenses que el oficialismo monte para distraer la atención de la gente.
Mirar hacia adelante es mantener la utopía de una sociedad mejor, que para la militancia del FMLN es el socialismo, con la certeza de que esa visión requiere un camino lleno de obstáculos y que llegará cuando se cumplan condiciones que por ahora están más distantes, pero que existirán, que podrán crearse en algún momento en este ciclo de avances y retrocesos.
Mantener la diferenciación política reflejada en una visión programática, enriquecida de la investigación más reciente sobre problemas de la humanidad en su conjunto, como la salud, la crisis climática, de agua y las avenidas que abren sectores en defensa de sus derechos. Al fin y al cabo, los problemas previsibles que enfrentará nuestra sociedad requerirán una actitud, y una mirada amplia que cabe perfectamente en sus doce principios y sus nueve objetivos establecidos en su Carta de Principios y Objetivos, que antecede a los Estatutos que regulan la vida del FMLN.
Sin duda, la amplia base popular en que una organización política revolucionaria, democrática y socialista debe fundar su fuerza, requiere rehacer vínculos y alentar el surgimiento de la nueva organización comunal, sectorial, empresarial, que se potencia en cada momento y que sintetiza el sentir y la realidad de una sociedad diversa.
Para tener capacidad de unir fuerzas en la lucha que viene, se requiere de nuestro FMLN, claridad sobre el momento histórico que vivimos, claridad de quién es el adversario principal para el avance de objetivos y derechos del pueblo; y alrededor de estos elementos unir al partido y a éste con los sectores del pueblo afectado y dispuesto a luchar.
El FMLN y el conjunto de organizaciones sociales, populares, de intelectuales honestos, estamos llamados a tomar el toro por los cuernos y comprender que no partimos de cero en la defensa de la democracia, que será un imperativo, vista ésta en su comprensión amplia. Limitar los alcances de la dictadura que se potencia y no esperar sesenta años para que llegue a su fin con todo su militarismo.
Se puede y se debe, mirar hacia adelante con responsabilidad y disponerse a librar esta batalla.