@arpassv
El Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) para casi 200 mil salvadoreños/as que viven y trabajan en Estados Unidos fue cancelado esta semana. No podía esperarse otra cosa de Donald Trump y la pandilla de racistas, xenófobos y fundamentalistas de extrema derecha instalados en la Casa Blanca.
La cancelación -sin embargo- fue acompañada por un período de gracia de dieciocho meses para que los migrantes salvadoreños abandonen el territorio norteamericano “de manera ordenada”, tiempo que el gobierno aprovechará para cabildear en el Congreso de EE.UU. la legalización permanente.
Lo actuado por la administración de Trump no tiene nombre: ofende la inteligencia y la dignidad humana. El diario El País, de España (que ni por asomo es un medio antiestadounidense o antiimperialista), calificó la terminación del TPS como una “gravísima agresión contra los derechos de miles de personas” y llamó al presidente norteamericano “el más inhumano”.
“Trump ha actuado con la misma inaceptable inhumanidad contra haitianos y nicaragüenses, pero la magnitud de afectados en el caso de El Salvador exige una rectificación pronta de la Casa Blanca”, dijo el medio español, en un editorial reciente.
Lo inhumano de Trump solo es comparable con la ridiculez y miseria de despreciables políticos salvadoreños que señalan al gobierno y al FMLN como culpables de la cancelación del TPS: por tener una “mala relación” con EE.UU., simpatizar con el slogan “yanqui go home” y otras mentiras que difunden personeros de ARENA y el alcalde Nayib Bukele, este último hasta se ofrece oportunista e irresponsablemente como mesiánica solución al problema.
Contrario a lo dicho por la derecha, la izquierda gobernante mantiene una “buena relación” con EE.UU. aprobando leyes de asocio público privados y “tomando nota” de resultados electorales que favorecen al dictador hondureño Juan Orlando Hernández.
Como bien señala el semanario digital El Faro, “el único responsable es la administración xenófoba que hoy controla el poder ejecutivo en Estados Unidos”. “Todo lo demás es un vulgar intento de políticos locales de sacar ventaja de una situación lamentable y grave para todos”, dice el editorial de este medio, que tampoco es de izquierda o adepto al “yanqui go home”.
Este espacio editorial condena la actuación de Trump y su política antia-inmigrante, y respalda todos los esfuerzos que aboguen por los compatriotas en EE.UU.