Caralvá
Fundador
Suplemento Tres mil
Cuando te invitan a una exposición cultural en otra nación, la primera idea que cruza por tu mente es: ¿Quién ha confundido mi correo? ¡Esto no puede suceder! ¿Desde cuándo una universidad norteamericana invita a los más olvidados y vilipendiados columnistas del periódico de los trabajadores Co Latino… es un chiste.
Después de varias lecturas, poco a poco asimilé aquella iniciativa, una semana después otra invitación de una Escuela Superior hacía lo propio, era como recibir un aviso de presentarme al reino del Tío Sam para divulgar las credenciales culturales de la nación, simpático… muy simpático… un suceso jamás pensado en mi caso, curioso e insólito para un mortal como yo. Hace muchos años en una tertulia con buenos amigos, lancé al aire un desafío a los dioses: “yo jamás visitaré Estados Unidos si no me invitan”… las respuestas fueron contundentes, mis amigos casi se parten de la risa con mi declaración, bueno quizás es el día de refrescarles la memoria. Después de todo, aquella acción no dejaba de ser cómica, me provocaba extensos recuerdos de aquellos años juveniles de los años setentas, cuando fue intervenida la Universidad Nacional bajo un contexto de la próxima a finalizar guerra de Vietnam, mientras nosotros al igual que muchos jóvenes protestábamos frente a la Embajada Norteamericana, de eso ufff hace más de cuarenta años; en aquellos tiempos esa representación estaba ubicada en la 25 avenida norte, frente a la Fuente Luminosa creada por el español Benjamín Saúl, como tributo a la belleza femenina, ahí nuestras voces entonaban cantos contra el Imperio, vivas a Cuba, se pedía el retorno de la autonomía universitaria, porque en el edificio opuesto residía la rectoría de la universidad, era tiempos de formación profesional, animados con entusiasmo transparente y vigor idealista por una nación democrática, libre del autoritarismo militar; ahora cuando el tiempo ha pasado, la visión es diferente. Me parece que el pueblo norteamericano es amigo del pueblo salvadoreño y de todos los pueblos del mundo, la política es otra lectura.
Como no tenía ni idea de este evento, el camino por recorrer no era sencillo, primero el requerimiento legal, que es una larga lista de preguntas además en inglés, incluida una serie de datos y más datos que se pueden cumplir con mucha paciencia. Luego la entrevista y finalmente el visado.
Nosotros los mortales apenas comprendemos las conspiraciones de los dioses, apenas tomamos con serenidad el presente, que en este caso es solo literatura… no es filosofía.
Comunicar los avances de nuestra cultura en foros internacionales, implica compartir la producción y creación de muchos años en las ediciones de nuestro instrumento divulgativo el Tres Mil ahora coordinado por Mauricio Vallejo Márquez, que ha cumplido veintiséis años con 1364 volúmenes publicados. El aporte del Tres Mil a la cultura es significativo, el único de la nación, plural, incluyente, perseverante y su contenido es novedoso para la juventud salvadoreña, así como de consagrados autores internacionales. Romeo Gilberto Osorio, Armando Molina, Martivón Galindo y los miembros de la Misión de San Francisco son los arquitectos de la divulgación cultural más importante en Estados Unidos, allá nos reuniremos para compartir nuestra cultura. Mañana 04 de septiembre 2016 estaré abordando la nave que nos conducirá a California, Estados Unidos.
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