Por Marlon Chicas – El Tecleño Memorioso
Cuantas veces se oye decir en los medios de comunicación sobre “superación personal” y “resiliencia”, pero ¿qué son en realidad tales conceptos?, en el primero de estos se define como la transformación de una persona en sus formas de pensamiento, y en el segundo la adaptación de este frente a un estado o situación adversa; ejemplo de ello la vida de nuestro siguiente personaje.
Moisés Renderos Avalos (+), nació en San Salvador el 22 de junio de 1930, hijo de María Ester Renderos Durán (+); y Salvador Avalos (+). Realizó sus estudios en la Escuela Joaquín Rodezno y el bachillerato en el Instituto El Salvador, donde se tituló de tenedor de libros (contador). Estuvo casado con doña María Margarita López (+), con quien procreó 4 hijos y años más tarde con la señora Nancy Zepeda, con quien engendró 2 más.
Comenzó a trabajar a corta edad dedicándose a la venta de cosméticos, jabones y velas junto a una de sus tías quien le apoyó en sus estudios primarios; a los 18 años laboró en una empresa de maquinaria pesada donde se lesionó el ojo derecho con la esquirla de un perno que trató de ensamblar con una almágana, lo que le hizo perder la visión en dicho ojo, debiendo vivir resilientemente con ello; ejerció el oficio de repartidor de productos lácteos de la marca Badenia, por las inclinadas calles de la Colonia Escalón, donde se le vio circular en una bicicleta de carga, lo que le ayudó a desarrollar con el tiempo unas robustas piernas, según lo rememora su hija Carmen Renderos.
Se dedicó a la venta de máquinas de coser de una famosa marca del rubro, años más tarde como distribuidor de estos; su espíritu de superación lo llevó a emigrar en 1959 a Santa Tecla, donde alquiló un local para su negocio sobre la intersección de la avenida Melvin Jones y 2ª calle oriente, donde funcionó un reconocido agro servicio de la época; en 1962 se trasladó a la 1ª avenida sur contiguo a la residencia de don Simón Contreras; donde adquirió una camioneta en la que visitó a sus clientes del Puerto de La Libertad, Lourdes, así como a los de la calle al volcán; en 1965 ocupó la esquina nor poniente del Colegio Santa Inés; años más tarde en un terreno de la extinta gasolinera del señor Merino (+), donde construyó el edificio que ocupa actualmente una empresa de electrodomésticos, culminando la edificación del mismo en 1970. En él se comercializó enseres del hogar, bicicletas y duplicado de llaves de todo tipo.
Se le recuerda como un apasionado al ciclismo, era su costumbre organizar bicicleteadas al Lago de Ilopango; destacado atleta en la otrora carrera de “Estadio a Estadio” organizado por la Asociación Salvadoreña de Aeróbicos (ASA); participó en 3 ocasiones en la Max Tott de Guatemala; karateca a sus 45 años obteniendo cinturón negro primer dan. Don Moisés Renderos entregó su alma al Creador el 19 de octubre de 2024 en esta ciudad. Sirva este pequeño reconocimiento a su memoria y trayectoria ¡Descanse en paz!
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