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Samuel Amaya
@SamuelAmaya98
El padre Nelson Menjívar de la parroquia San José de la Montaña presidió la misa de este domingo en la Cripta de Catedral Metropolitana de San Salvador, en su intervención recordó que próximamente se acabará el año litúrgico y se celebrará la gran fiesta de Jesucristo; en ese sentido, dijo que es tiempo “de que nos vayamos preguntándonos cómo a lo largo de este año litúrgico que ha pasado, Cristo se ha ido haciendo el centro de mi vida”.
El sacerdote sostuvo que es tiempo de reflexionar “si verdaderamente con las enseñanzas que domingo a domingo él me ha ido transmitiendo, yo he sido capaz de ir dejando esas cosas que a veces me separan de él y que me llevan únicamente a meterme en mí mismo y no pensar en Dios ni en los demás; estas 2 cosas, pensar en Dios y en los demás, es el tema central”.
Sobre los mandamientos principales que Dios ha hecho con su iglesia, el prelado católico recordó que algunos están dedicados al trato que tiene el hombre directamente con Dios. Por ejemplo, dice “amarás a Dios por sobre todas las cosas, honraras su nombre, guardarás el día de precepto para darle culto a Dios”, y el resto, están encaminados a amar al prójimo.
“Porqué yo, por ejemplo, no voy a robar, porque reconozco que sus bienes le han sido difícil de conseguir y, por lo tanto, se los respeto. Porqué no le voy a quitar la mujer a mi prójimo, porque sé que ellos se han comprometido con un amor tan grande y por tanto, yo les voy a respetar aquella decisión. Porqué yo no voy a matar a nadie, porque quiero la vida de aquella persona y reconozco que Dios es el único que puede dar y quitar la vida”, ejemplificó el padre.
No obstante, el líder religioso dijo que por la dureza del corazón, aquellos 10 mandamientos empiezan a multiplicarse porque lo que para algunos son cosas obvias para otras no y, por tanto, se fueron especificando en cada cosa, hasta el punto de que la ley se multiplica a 613 mandamientos.
“Y es por eso que en algún momento, Jesús mismo le va a decir a los Fariseos que tampoco son capaces de llevar toda esa carga de la ley e incluso se la quieren poner a la gente más sencilla; por eso, Jesús ahora con el “resumen” que hace de la ley, nos recuerda lo más importante, que a veces no es tanto de detenerse en esas cosas tan minuciosas, sino verdaderamente lo esencial, preguntémonos verdaderamente cuánto estoy yo amando a Dios con todo mi corazón, fuerza y alma”, enfatizó el padre durante la homilía.
