Alma Vilches
@AlmaCoLatino
Como un pastor con olor a oveja y alguien identificado con su sacerdocio, fue descrito monseñor Eduardo Antonio Alas Alfaro, obispo emérito de la Diócesis de Chalatenango, durante su misa de cuerpo presente, la cual fue presidida por la Conferencia Episcopal de El Salvador.
En la homilía, monseñor Oswaldo Escobar, obispo de la Diócesis de Chalatenango recordó que monseñor Alas fue considerado por monseñor Romero como un sacerdote ejemplar, con quien en más de una ocasión compartió criterios pastorales que le parecieron centrales, “gracias a Dios tenemos sacerdotes de mucha entrega espiritual, como el padre Eduardo Alas”, recalcó en aquel momento san Romero.
Escobar reiteró que monseñor Alas no solo fue un cura rural, sino un obispo entregado a su pueblo, alguien identificado con su sacerdocio, en aquel tiempo tuvo que desarrollar una tarea humanitaria, le tocó el período de la posguerra, y la reconstrucción del departamento con infinidad de proyectos. Quienes le conocieron cuentan que sus jornadas diarias terminaban a las diez u once de la noche y luego madrugar para ayudar a los necesitados, su conocido jeep lo puso a disposición de la comunidad y fue utilizado hasta de ambulancia. “Fue un hombre de mucha caridad y amor, un padre espiritual para todos, especialmente para los sacerdotes, evangelizó con su vida, se llegó a considerar el chalateco más conocido de todos los tiempos. Un hombre sencillo, silencioso, nunca fue de gritos, pero sí una persona de un gran discernimiento, nunca le gustó llamar la atención, hablando con él se salía con deseos de ser mejor persona y cristiano”, aseguró el religioso.
Destacó que monseñor Alas nunca se quedaba con nada, cuando le entregaban algún sobre con ayuda económica, ahí mismo lo distribuía con la gente necesitada de la comunidad, nunca almacenó dinero, su testimonio de pobreza enseñó mucho, porque entendió bien el evangelio. Fue visitado por el sufrimiento, cargó con la cruz, negándose muchas veces a sí mismo. Mientras tanto, el arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas recordó cuando en su niñez conoció a monseñor Eduardo Alas, a quien agradeció su vocación sacerdotal y fue su modelo a seguir, por su bondad, sencillez, santidad y entrega de vida. “Fue un buen pastor, entregado a la gente, para mí es un modelo, yo quise ser un sacerdote como él, sigue siendo mi referente, le pido al Señor poder imitarlo, seguir su ejemplo.
La pascua de monseñor Alas es una invitación a todos a ser como él, a ser bondadosos, tener siempre una actitud de alegría y generosidad en medio del sufrimiento y las dificultades, haciendo el bien a todos, es modelo a ser de los sacerdotes y obispos”, externó el arzobispo de San Salvador.
Monseñor Eduardo Alas Alfaro falleció el pasado 27 de febrero, exactamente a los 32 años de su consagración, durante el seminario fue conocido como el “chero”, debido a lo amigable que era, además, fue compañero del cardenal Gregorio Rosa Chávez, así como el primer sacerdote ordenado en Chalatenango por monseñor Arturo Rivera y Damas; fue padrino de Confirmación de quien ahora es el arzobispo de San Salvador, monseñor José Luis Escobar Alas.