La Comunidad de la Cripta de Catedral Metropolitana retomó la significativa misa dedicada al legado del profeta mártir San Oscar Arnulfo Romero, en la que abordaron la importancia de trabajar de la mano con Dios, anunciando el evangelio y retomando la labor del profeta salvadoreño.
Joaquín Salazar
@JoakinSalazar
La Iglesia está llamada a dar frutos de amor, paz, justicia y fraternidad, es el llamado del sacerdote Douglas Crespín, vicario de la Cripta de Catedral Metropolitana, quien instó a la feligresía a tomar el ejemplo de monseñor Oscar Romero de anunciar la salvación, el perdón, incluso, llamar a aquellos que no están conforme a la voluntad de Dios.
“Monseñor Romero denunció el pecado y defendió la verdad… Dios no quiere la muerte del pecador, sino que se arrepienta y viva, monseñor Romero retomó bien el papel de profeta que tenemos todos los bautizados anunciando el reino de Dios, pero también denunciando todo aquello que va en contra del reino de Dios”, sostuvo el sacerdote.
Crespín recordó que Dios hace una comparación del viñedo con su iglesia, en este caso la Iglesia fundada por Cristo, donde todo bautizado forma parte de esta iglesia, y está llamado a dar frutos de amor, paz, justicia y frutos de fraternidad. “Esto indica que el señor confía en nosotros la responsabilidad del cuidado de muchos dones que nos da y estos dones, nosotros los debemos de poner a producir”, explicó.
Agregó que el señor invita a su pueblo a ser responsables con la vida y rogándole siempre al Señor que envíe más trabajadores porque amplia es la viña y pocos los trabajadores.
También, manifestaba el amor que tiene Dios a la humanidad, por lo que no se cansa de llamar al hombre para la salvación, ya que monseñor Romero llama a la feligresía a permanecer en Él, porque Él es la vid que nos da buenos frutos, explicó.
“Monseñor Romero hace la comparación a la luz del antiguo y nuevo testamento, comparación de la viña de Dios con la Iglesia. La Iglesia es la encargada como lo hizo monseñor Romero de anunciar la salvación, el perdón, la parábola del viñedo y los administradores, refleja que Dios siempre está pronto a llamar incluso de aquellos que no van conforme a la voluntad de Dios”, sostuvo.