Alma Vilches
@AlmaCoLatino
En la misa celebrada en la Cripta de Catedral Metropolitana se recordó el mensaje de Monseñor Romero, quien en ese momento enfatizó sobre el significado del Corpus Cristi, la importancia de la eucaristía en la vida cristiana.
“El Cuerpo de Cristo que hoy veneramos en el altar muerto, pero resucitado, está en la gloria de su resurrección marcado con las señales de la tortura, de la injusticia, del asesinato, como un reclamo frente al pecado del mundo, la justicia eterna de Dios. Nada queda oculto, todo será puesto en justicia, todo quedará en su puesto”, afirmó el obispo mártir.
Asimismo, dijo que la fiesta del Corpus en ese momento estaba enmarcada en tanta tragedia, pero también animada por tanta fuerza reivindicadora del pueblo, por ello, Cristo es torturado y ajusticiado, sin embargo, es el gran liberador quien le da sentido a tanta muerte y sangre, que santifica con esa perspectiva de vida eterna y esperanza.
“Nuestro homenaje del Cuerpo del Señor no termina en un hombre matado por la injusticia del mundo, clavado en una cruz, sino que lo recoge tres días después resucitado y glorioso como triunfo del sacrificio de la sangre derramada; queremos unir en este homenaje la esperanza de quienes murieron con un ideal y están sufriendo como consecuencia de esos asesinatos y de esas muertes violentas”, reiteró Monseñor Romero.
A la vez, hizo un llamado a los salvadoreños a nunca dejarse insensibilizarse, para no hacer con el silencio pecaminoso, una complicidad del ambiente en que se vive, las cosas no se pueden arreglarse con represiones y violencia, es necesario profundizar en un diálogo en defensa de la verdad.
“Que toda la sangre, los cadáveres, misterios de iniquidad y de pecado, las torturas, y esos antros de nuestros cuerpos de seguridad, donde lamentablemente mueren lentamente muchos hombres, no están para siempre perdidos, hay un horizonte escatológico que iluminará toda esa tiniebla y hará entonces cantar la victoria a la verdad y a la justicia”, recalcó.
Durante la procesión de ofrendas, la Comunidad de la Cripta de monseñor Romero presentó una canasta de víveres, simbolizando que el alimento es necesario para la persona, pero es importante darlo por amor como Cristo se entrega en alimento a todos.
También, presentaron una imagen del Santísimo Sacramento, como signo que Cristo es el pan vivo y se hace presente en la hostia consagrada para transformar la vida de las personas.