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Monseñor Romero es considerado como el ejemplo a seguir para vivir en un reinado de amor, levitra justicia y verdad, ya que para él las armas, el poder, la opresión y la manipulación no tenían cabida dentro de la sociedad; este fue el mensaje principal de la misa celebrada ayer por el sacerdote Arturo Escalante en la Cripta de Catedral Metropolitana
“Se nos invita a tener en muy en cuenta a los necesitados, a vivir en un reinado de amor, de justicia tal como lo hizo Monseñor Romero desde su investidura de obispo y luego de arzobispo, comprometido con el momento histórico que le tocó vivir”, señaló Escalante.
El padre Escalante expresó que para Monseñor Romero su gran propósito siempre fue trabajar y luchar por los más necesitados, razón por la cual optó por los pobres, por la justicia y el amor, ya que nunca pretendió alabanzas ni premios, sino al contrario entregó su vida en defensa de los más desprotegidos.
“Para cumplir con este reino de amor se debe trabajar por la justicia, por un mundo más fraterno y humano, más preocupado por los pobres que no tienen.
No hay que quedarse en ideas, los políticos en su campo, los profesionales deben tener en cuenta que en la medida que se hace realidad el reinado de amor es evidente, sino se queda solo en palabras”, afirmó el religioso.
Según el padre Escalante, hacer que prevalezca el reino de justicia y amor es un reto grande porque la sociedad no está preparada, ya que existe mucho egoísmo, individualismo y materialismo donde muchos medios de comunicación promueven esta situación, debido a que no cumplen la función de formar la conciencia social, sino solo la de informar.
Dado que el 25 de noviembre es el día de la “No violencia contra las mujeres” al momento de la procesión de ofrendas los miembros de la Comunidad Monseñor Romero de la Cripta de Catedral, presentaron un cartel con mujeres maltratadas, como símbolo del compromiso de eliminar cual tipo de violencia, porqué vulnera los derechos de la mujer y la niñez.
Asimismo, durante la oración de los fieles se pidió de una forma especial porque la sociedad sea liberada de la esclavitud de la violencia, para que todos aquellos que actúan descarriadamente sean transformados en un corazón de misericordia y justicia.