Gloria Silvia Orellana
@GloriaCoLatino
“El profeta Ezequiel nos presenta un modelo de buen pastor y es aquel que amando a su pueblo, lo guía y lo conduce para que aplicado al bien común, vivamos en dignidad. Y monseñor Romero, solo puedo decir fue un gran pastor”, dijo el padre Ariel Cruz, de la Parroquia de San Francisco de Asís, Mejicanos.
La enseñanza pastoral se centró este domingo en Jesús, como el Buen Pastor, que dio su vida por sus “ovejas”, lo que simboliza en las sagradas escrituras la fidelidad, la entrega y el apoyo espiritual a su pueblo, señaló el padre Cruz, al referir también las homilías de san Oscar Romero, en su trabajo como arzobispo de San Salvador.
“Hay pastores en el ambiente religioso, pastor en el ambiente político, pastor en el ambiente económico, pastor en el ambiente social. Y estoy hablando de gobernantes y líderes, que si quieren serlo la primera cualidad es estar cerca de su pueblo como lo hizo monseñor Romero, sentir con su pueblo”, señaló.
Asimismo, explicó que un “Buen Pastor” no se aleja de su rebaño, que sabe cuándo su pueblo lo necesita y están en plena disponibilidad de apacentarlo, fortalecerlo y curar a las “ovejas heridas o buscar a la descarriada o pérdida”, ofreciendo una palabra de esperanza a todas las que están amenazadas por el lobo, que señaló eran muy grandes.
“Un Buen Pastor defiende a sus ovejas del enemigo, se pone al frente cuando hay problemas y sirve al pueblo y no se sirve del cargo como pastor. Hemos de reconocer no solo yo lo digo, hay quienes se sirven de sus cargos como pastores y quiero que hagan una reflexión, ¿son así nuestros pastores?, ¿se preocupan por nosotros?, ¿ya inyectaron contra el covid a todos los sacerdotes?, y ahora pensemos en las pobres personas que no tienen DUI, qué pasará con ellos”, agregó el sacerdote.
Para el padre Cruz, no hay mayor ejemplo del “compromiso espiritual” como Buen Pastor, como lo hizo san Oscar Romero, quien siempre vivió fiel al Evangelio, y cumplió sus votos de humildad, pobreza y obediencia a la Iglesia Católica.
“Monseñor Romero, siendo pastor -seguramente- interiorizó este compromiso y es por esto que encarna ese título a la manera de Jesús, siendo él también un Buen Pastor. Monseñor Romero fue un verdadero pastor, no me voy a cansar de decirlo, lo saben muy bien, porque él supo estar cerca del pueblo en sus momentos más difíciles, los acompañó en sus luchas, en sus sueños. Y lloró con su pueblo y sufrió con su pueblo y tan grande fue su amor con su pueblo, que no se doblegó ante los sobornos o amenazas de los lobos, como Buen Pastor supo defender a sus ovejas, porque siempre estuvo del lado de ellas para protegerlas incluso ofrendando su propia vida”, reflexionó.
En la procesión de ofrendas de la misa de la Cripta en Catedral metropolitana, se recordó también como un Buen Pastor a monseñor Juan José Gerardi, quien el 26 de abril de 1997 fue asesinado en su patria Guatemala, luego de publicar el documento REMI, que contenía información sobre los asesinatos, masacres y violaciones a los derechos humanos de los pobres y pueblos indígenas.